jueves, 30 de julio de 2009

AL AMOR DE LA LUMBRE


AL AMOR DE LA LUMBRE

Corriendo el año 1999, el Centro Público Municipal de Educación para las Personas Adultas “Miguel Hernández” editaba el que vendría a ser una continuación de su primer libro editado ocho años antes, y titulado “A la luz del Candil”.


En esta segunda entrega prevalece una nueva estética, aunque se conservan los rasgos del primer trabajo. La portada, por ejemplo, sigue siendo obra de un artista local, en este caso del maestro D. José López Arjona, pero los artículos del interior han cambiado. Se busca ahora en ellos más la documentación, sin llegar en ningún caso a ser rigurosos en las formas, pero buscando en los temas un enfoque destinado a llegar a un público mucho más amplio. La contraportada, del libro, es en este caso, una reproducción de la popularmente conocida como “Carta Villa” de la localidad.


El primer trabajo con el que se encuentra el lector de “Al amor de la lumbre” es una serie de artículos que reflejan como son los distintos entornos de Torredonjimeno, vistos por la autora Mª Dolores González Montiel, al hablarnos de los rincones de la localidad, sus conventos, los cortijos etc.


Es de destacar las aportaciones realizadas por colaboradores de los alumnos del centro, como el realizado por el Aula de la Mujer titulado “Recuerdos contados por mujeres”, o el titulado “Aperos de labranza y utensilios populares” firmado por Antonio Damas y Amparo Cruz; el resto de los artículos está realizado más por profesionales de distintos ramos, que ofrecen visiones concretas sobre Torredonjimeno.


De entre ellos podemos destacar los realizados por Antonio Ortega Ruiz y Rafael Lizcano Prestel, “La Villa de Torredonjimeno: Apuntes sobre el origen” que nos vienen a ilustrar sobre los descubrimientos realizados por estos profesores desde las diferentes Escuelas Taller en el entorno del castillo de la localidad, y que ahora, pasados más de diez años de los mismos, se muestran insuficientes y con algunas lagunas no explicadas entonces y que ya fueron reveladas en las “I Jornadas Hisórico-Culurales “Augusta Gemella Tuccitana”, que se celebraron, en el año 2008, de la mano de las asociaciones culturales ASCUEJA de Jamilena y Cassia de Torredonjimeno; o podemos resaltar así mismo, el realizado por los directores de la Revista “Órdago” de Torredonjimeno, Manuel Fernández y Luis Gómez, titulado “Callejero del caso viejo de Torredonjimeno”, que aporta una visión sencilla y sin artificios sobre el nombre de las calles y plazas más castizas y antiguas de la localidad.


El resto de la obra lo contemplan aportaciones de los políticos municipales de la época, junto con otros artículos menores.


En total son 160 páginas que vienen a completar esta segunda entrega del Centro de Adultos tosiriano, y que no debe faltar en las estanterías de las bibliotecas de los tosirianos.

martes, 28 de julio de 2009

A LA LUZ DEL CANDIL.RECUERDOS TOSIRIANOS


A LA LUZ DEL CANDIL. RECUERDOS TOSIRIANOS

En el año 1991 veía a la luz en la localidad el trabajo titulado: “A la luz del Candil. Recuerdos tosirianos”. Dicho trabajo venía a ser una labor de compilación de recuerdos tradiciones orales de la localidad, aspectos destacados de su historia etc, llevados a cabo por el personal del Centro Público para la Educación de las Personas Adultas “Miguel Hernández” de Torredonjimeno realizado por alumnos del mismo centro, y algunas colaboraciones de otros artistas locales, como la aportación de Ángel Sierra Tirao, el cual ilustró la portada de dicho ejemplar.


El producto es el resultado del esfuerzo de todos los integrantes de dicho proyecto y dio como resultado un libro ameno y divertido, el cual supone una interesante contribución para la biblioteca de la localidad. Dentro de sus páginas, los eruditos e investigadores no van a encontrar el dato científico que anhelan, la cita del manual académico oel destacado del profesor doctor universitario, pero si podrán ver la labor rescatada de la tradición oral o algunos retazos del pasado de Torredonjimeno hecha por hombres y mujeres que en en la mayoría de los casos vivieron esa Historia en primera persona. El libro, de 128 páginas, inserta en sus temas datos de carácter histórico documental así como poemas, romances o coplillas populares de Torredonjimeno. Algunos de los aspectos sobre los que versa “A la luz del Candil” son: las posadas, los juegos tradicionales de los niños de antaño, anuncios de la época, las matanzas, los cortijos, el habla popular, etc. Cada aportación es un bosquejo, una pincelada, sin nada de pretenciosidad, ya que la obra está hecha sin alardes “cientificistas” y si más como un trabajo a realizar por los alumnos del centro, fruto de su memoria y su recuerdo, eso sí, con la guía de los profesores y docentes.


En definitiva, “A la luz del Candil” fue una contribución al panorama literario de principios de los años noventa que vino a satisfacer la curiosidad de muchos de sus artífices. Pasados los años, ya casi a finales de la década de los noventa, el mismo centro de adultos, editaría una segunda obra. Pero de ella se hablará en otra entrada.

sábado, 25 de julio de 2009

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO Y URBANISMO EN TORREDONJIMENO


PATRIMONIO ARQUITECTÓCINO Y URBANISMO EN TORREDONJIMENO. Desde los inicios de la Edad Moderna hasta la actualidad.

El tosiriano y Doctor en Historia del Arte, Alfredo Ureña Uceda, publicó recientemente en el Boletín de Estudios Gienenses, la obra que lleva por título: “Patrimonio Arquitectónico y Urbanismo en Torredonjimeno. Desde los inicios de la Edad Moderna hasta la actualidad”.

El libro, con un total de 351 páginas, va desgranando cada uno de los monumentos y edificios emblemáticos de la localidad tosiriana. El autor, experto en Historia del Arte, centra su investigación sobre todo en los orígenes de los edificios, en su estilo arquitectónico y en las influencias que estos han podido percibir de otros del entorno más inmediato o de las corrientes artísticas del momento.

No sólo repara en las grandes edificaciones, dígase por caso las iglesias parroquiales o el edificio del Ayuntamiento, sino que también destaca el urbanismo más inmediato al espectador curioso, al destacar, por ejemplo, las rejerías de forja de algunas de las viviendas actuales de la localidad, las casas rústicas de principios de siglo XIX, o edificaciones más modernas llevadas a cabo en los albores del siglo XX.

Resalta el autor en su obra el patrimonio urbanístico local, y hace un llamamiento a la posible pérdida de algunos de los elementos arquitectónicos que todavía conservamos y que de no hacer nada para evitarlo pueden desaparecer. Es curioso el destacado de la portada del libro, el cual aparece la portada de la casa de los “Moyuela” ubicada en la tosiriana calle D. Diego, y que en la actualidad, en vez de conservar ese aspecto, se observa como su portada principal y balcón superior han sido tapidos. O el no menos llamativo del puente romano, cuyo ojo fue cegado hasta la mitad debido a las obras de canalización llevadas a cabo por el Ayuntamiento de la época, y que no tuvieron en cuenta la preservación y conservación del monumento.

El libro recoge así mismo interesantes aspectos históricos de la localidad, y es sin duda un referente a la hora de realizar investigaciones o trabajos nuevos sobre esta temática.

El trabajo está dotado de una abundante bibliografía y es en su conjunto un estudio ameno e interesante para el investigador o para el lector aficionado a la Historia.

lunes, 13 de julio de 2009

ÓRDAGO Nº 12: LA REVISTA CULTURAL DE TORREDONJIMENO


ÓRDAGO N º 12, MARZO DE 2009

Apenas había comenzado el año 2009 y ya estábamos en la calle. Órdago no quería perderse la Semana Santa de ese año, y como si de un paso tradicional más se tratase, ahí estaba en los quioscos Órdago para deleite de lectores y seguidores.

Abríamos la revista con la noticia del acto de las “I Jornadas sobre Augusta Gemella Tuccitana” que nuestro amigo y colaborador J. Carlos Gutiérrez organizó junto a la “Asociciación Cultural Cassia” de Torredonjimeno en el castillo de la localidad. Un acto importante y lleno de contenido que interesó a los muchos asistentes que allí concurrieron. Parece mentira que unas poblaciones como son Jamilena, Martos y Torredonjimeno, tan llenas de historia en común, tengan tan pocos actos de este tipo en el que se debata los aspectos que nos unen y lo mucho que nos queda todavía por descubrir.

Debajo, en la misma página, la noticia del fallecimiento de otro tosiriano ejemplar: Cristóbal Liébana López. Amigo y seguidor de Órdago desde sus comienzos, el fallecimiento de Cristóbal es una sensible pérdida para todos los hombres de bien que lo conocimos. Descanse en Paz.

Continuábamos en este número publicando sobre la Guerra de la Independencia. Si bien el centenario de la Batalla de Bailén se dio el año 2008, durante seis años más estuvieron presentes las tropas de ocupación napoleónicas en la península, así que se publicaron en primicia una serie de cartas inéditas hasta la presente en las que los combatientes remitían epístolas a sus familiares en los pocos ratos de paz que les quedaba entre el combate y las marchas.

Luis Gómez nos reproducía un documento del Archivo Municipal que hacía alusión a unos presuntos espías que al parecer fueron vistos durante esas fechas del 1808 en la localidad. Después de ser entrevistadas todas las mujeres que presenciaron a los hombres sospechosos de espías, el caso quedaría visto y resuelto por las autoridades municipales de la época. ¿Qué fue lo que ocurrió en realidad?, es una incógnita que todavía no está resuelta.

Luis Ortega Vegas nos recordaba la memoria de uno de los practicantes con más veteranía de la localidad, D. Antonio Ortega Ocaña. El artículo, de carácter emotivo, nos trasporta a las épocas en las que todavía estaba activo el igualatorio de la localidad, y en la que los practicantes, a lomos de sus “vespas” recorrían las calles de nuestro pueblo “pinchando” a los enfermos.

Cambiando totalmente de tema, Luis Gómez nos recuerda la vinculación taurina de Torredonjimeno. No sólo libros sobre toreo y arte de montar a la jineta se escribieron en la localidad, sino que es Torredonjimeno cuna de rejoneadores de mucho postín y renombre, sobre todo allá por las postrimerías del s. XXVII, cuando el toreo ecuestre era sólo apto para la nobleza. En el trabajo, el autor nos presenta a la figura de Juan del Prado y Valenzuela, del cual en su día, hasta romances se escribieron. Se recobraba así con este artículo la memoria de otro personaje importante de nuestro pueblo, que olvidado desde que fuese recuperado por el historiado Manuel Caballero Venzalá, nadie más había recaído en él.

Manuel Fernández nos hablaba en su artículo de la tradición del toro de San Marcos, y la vinculación que dicha fiesta tenía en la localidad. Explicaba el autor del texto además la relación que dicha festividad tenía con la romería o festividad de la Virgen de Consolación. Se explicaría de esa forma la presencia de la Cofradía de Pastores en la tradición de la Patrona de Torredonjimeno. Es como siempre, un punto de vista novedoso y en el que nadie había recaído hasta ahora.

J. Carlos Gutiérrez nos ilustraba con un estudio sobre las capillas de los Villalta en Torredonjimeno. Explicaba el autor la presencia del castillo que se aprecia en los restos que del escudo de los Villalta aparecen en la portada lateral de la Iglesia de Santa María, y que un día fueron la puerta principal del palacio de los Villalta. Dichas armas son de los Valencia, familia de la madre del comendador, y no las erróneas versiones que hasta el presente trabajo se han dado del mismo.

Manuel Fernández nos ilustraba en este número 12 de Órdago con un trabajo sobre los gemelos en la tradición histórica, y como esas tradiciones se verán reflejadas en la devoción que Torredonjimeno presta a los Santos Cosme y Damián. No sólo nos hablará de ello, sino que en el artículo se reproduce en primicia parte de un milagro supuestamente realizado por los Santos Patronos, y que recogió en su día el historiador franciscano Juan Lendínez en su más que citada obra inédita, Augusta Gemella Ylustrada...

Luis Gómez nos recordaba en su artículo “El nombre de Torredonjimeno en las Fuentes Bibliográficas” los sucesivos nombres por los que ha pasado la localidad según el testimonio escrito de las distintas fuentes. Se incluía en este trabajo el nombre musulmán con el que se conoció a Torredonjimeno dándose una explicación al posible topónimo. Es una hipótesis de trabajo que hasta ahora nadie se había aventurado a dar. Esperemos que en sucesivos libros o publicaciones algunos historiadores puedan abundar más en estos temas ahora que el camino está abierto.

Para concluir este interesante número 12 de Órdago, reproducíamos en primicia una foto de la que fuera la novia del Alférez Palomo. En el anterior número se mencionaba a nuestro paisano, muerto en la Guerra de África. En esta ocasión, y merced a la gestión de los amigos de Órdago, éramos capaz de poner rostro a la que fuera quizás el primer amor de este héroe tosiriano.

Para concluir, en el apartado de Memoria Fotográfica de Torredonjimeno, dos alcaldes y una corrección. En el libro VIDAS DE LA IBÉRICA TOSIRIA, de los autores Luis Gómez y Manuel Fernández, en la entrada correspondiente al alcalde D. Manuel Gutiérrez, publicaron la foto de otro paisano que también fue alcalde, la de Lorenzo Gómez. En esta ocasión, y para enmendar el fallo, reproducíamos la foto de cada uno de los ediles municipales y sus respectivos nombres, para que no hubiese lugar a dudas.

Una vez más se terminó la revista. Y ya están calientes los siguientes artículos que vendrán a llenar de contenido el próximo número. ¿Cuándo verá la luz? Esa pregunta no es de fácil respuesta, pues como habrá podido observar el atento seguidor de Órdago, la periodicidad no es una constante que obligue a los redactores de Órdago. Saldará, no obstante, cuando Dios quiera, pero saldrá.

viernes, 10 de julio de 2009

ÓRDAGO Nº 11: LA REVISTA CULTURAL DE TORREDONJIMENO


ÓRDAGO N º 11: MAYO DE 2008

El año 2007 no se editó ningún número de la revista. Los directores se encontraban inmersos en la edición y publicación del libro “VIDAS DE LA IBÉRICA TOSIRIA”, cuya reseña puede consultarse en las entradas de este mismo blog. Sin embargo eso no quiere decir que no se trabajase en los artículos de Órdago.

El año 2008, durante el mes de mayo, salía a la luz el número 11 de Órdago. Se trataba de un número especial, ya que se celebraban diversas efemérides muy destacadas en Torredonjimeno y Órdago no podía por menos que ser, como hasta la presente, la primera en informar de ellas a nuestros lectores.

En la portada, unos soldados españoles vestidos con el uniforme militar de campaña de la Guerra de África. Detrás de ellos, un joven niño moro a sus espaldas. Una alegoría de lo que los combates que se sucederían en Marruecos vendrían a significar. Españoles mal comandados en vanguardia, y en la retaguardia, harcas de rifeños hambrientos de sangre y muerte.

La revista comenzaba haciendo recordatorio de la presentación del libro “VIDAS DE LA IBÉRICA TOSIRIA”, con la foto del acto en la que D. Antonio Gómez Hueso, que hizo de padrino del libro, aparece flanqueado por los dos directores de la publicación. Debajo, en la misma página, la despedida que Órdago dedicaba a D. Andrés Arjona Padilla, el cual había fallecido en febrero de ese mismo año 2008.

El tema central sobre el que versó el número 11 de la revista no era otro sino el de la Guerra de África, contienda bélica que conmás o menos actividad se desarrollaría durante los siglos XIX y XX. El tema ocupará buena parte de la revista ya que muchos de esos artículos estaban destinados a ser publicados en el año 2007, pero se hacían presentes en este número junto con los que se trabajaron ex profeso para las efemérides locales.

Luis Gómez López, hacía una introducción sobre la campaña militar española en Marruecos durante los años 1859 a1860, verdadero antecedente de lo que luego sería la guerra africana como tal. A continuación, en otro artículo, las campañas militares desde 1909 a1921. Una profusión de fotografías de la época ilustran uno de los periodos de nuestra historia más olvidado por parte de historiadores oficialistas.

Manuel Fernández nos recordaba la figura de Blas Infante y su implicación en el África de aquellas época. Pocos son los que saben que el “Padre de la Patria Andaluza”, así llamado por los políticos actuales, se convirtió al Islam, y preconizaba una nueva entrada de sus “hermanos de fe” en España. Todo ello mientras sus verdaderos paisanos españoles morían ante las gumías de los harqueños.

Igualmente revelador es el artículo de Luis Gómez sobre otro acontecimiento político relacionado con aquellas fechas, “La semana Trágica de Barcelona”, donde hasta ahora, los historiadores habían creído ver un movimiento espontáneo de las masas populares en rebeldía contra las políticas del gobierno de la época. En el artículo, se expone parte del texto que el historiador Carlos Seco Serrano, autor de solvencia, ha investigado sobre el tema, quedando a las calaras que el movimiento de la Semana Trágica fue una confabulación anarquista urdida por potencias extranjeras con el beneplácito de las fuerzas anarquistas españolas, encaminadas a desestabilizar al gobierno con la finalidad de ocupar de esa manera los sillones del poder.

Nuestro amigo y colaborador José Carlos Gutiérrez, nos traía la historia del Teniente Román, un soldado oriundo de la vecina localidad de Jamilena y que combatió bravamente en dicha guerra.

Igualmente, Francisco Illana López nos dejó la semblanza del soldado marteño Adrinao Mora Arias, y el emotivo encuentro que, pasado el tiempo, tuvo con nuestro paisano Eloy Bares (q.e.p.d.), combatiente así mismo en aquellos tristes días de principios del siglo XX.

Manuel Fernández nos rememoraba la figura del Alférez Palomo, tosiriano que murió en combate en aquellas gloriosas jornadas de las armas españolas y que tuvo en su día hasta una calle que llevaba su nombre en la localidad. Desdibujada su figura y memoria por el paso del tiempo y los cambios políticos de turno, Órdago recobraba así su legado y su gesta.

Es por ello que la revista, de la mano de Luis Gómez, decidiera que se redactase una breve entrada titulada “Tosirianos en el frente” dedicada a homenajear a todos los combatientes que dieron su vida en aquellas jornadas. En la reseña, se publicaban las fotos de los soldados Miguel Cañada Moreno, Antonio Rodríguez Galán, Antonio Muñoz Muñoz, y Agustín Ortega, destacado en Larache.

Manuel Fernández nos biografiaba a otro militar de Torredonjimeno, D. Enrique León Gallo. Es este militar uno de los combatientes militares que tuvo que enfrentarse con los moros en la década de los cincuenta y sesenta, cuando Marruecos empezó sus ansias expansionistas y colonialistas amparada por la debilidad que España tenía en el ámbito internacional y protegida por las políticas de los gobiernos comunistas incluidas las españolas en el exilio.

Se terminaba el tema central con una reflexión que Luis Gómez realizaba sobre el problema “inacabado” que supone para España y los españoles Marruecos, recordando que cada cierto tiempo los marroquíes fuerzan la línea divisoria e invaden parte del territorio nacional, -como la ocupación del Peñón de Perejil-, con la anuencia de cierto sector político nacional, los cuales tienen bastantes “amigos” e intereses entre los marroquíes, y verían con buenos ojos, si no una invasión, si una “sumisión” de España a las políticas marroquíes.

Luis Anguita Pérez, amigo y colaborador de Órdago, nos refrescaba la memoria con una interesante investigación que llevó a descubrir la identidad de uno de los héroes locales que descansa en el cementerio de nuestra localidad, D. Francisco de Paula Ureña Franco, que como reza en la lápida de su mausoleo, fue “Héroe el primero de la Batalla de Bailén”. Se reproducía así por primera vez la fotografía de D. Manuel Ureña Pérez, hijo del héroe tosiriano y persona que pagó los gastos del panteón.

Para seguir con las efemérides en el año del bicentenario de la Batalla de Bailén, Manuel Fernández nos dejó la historia del “Tío Francisco el Chocolatero” y como en aquellos convulsos años, un viaje sin importancia a por materia prima para un oficio tan noble como el de chocolatero, le pudo costar a nuestro paisano la vida acusado espía y colaborador con el francés.

En el 550 Aniversario de la aparición de la imagen de la Virgen de Consolación en Torredonjimeno, Luis Gómez López nos ofrecía una visión general de la vida y las vicisitudes políticas y sociales de aquellos años en el Torredonjimeno de entonces. Un estudio aproximado que servirá para contextualizar un hecho crucial en la vida de todos los tosirianos.

Para completar el artículo, Manuel Fernández se centraba en los frescos que exornan la actual sacristía del templo mariano, ya que no habían sido estudiados hasta la presente. Órdago ofrecía así, una vez más en primicia, una explicación a tan enigmáticas figuras, tanto tiempo contempladas y tan poco estudiadas hasta ahora.

Al mismo tiempo, antes de cerrar la revista, dos recomendaciones. Una sobre la Carta Villa, para la que Órdago, en el año de su 450 aniversario, pedía un esfuerzo a las autoridades para tan señalada efemérides local, recomendación que fue escuchada por cierto y que culminaría con la elaboración de diversos actos y la publicación y edición de un trabajo sobre la misma a cargo del historiador local Manuel J. Cañada.

Por último, en la contraportada, en la sección de la revista “Memoria Gráfica de Torredonjimeno” una denuncia. La portada de la casa más antigua y señorial de Torredonjimeno, la popularmente conocida como “Casa Moyuela” en un antes y un después, donde se observa la barbaridad y el atentado que supone el tapiado de puerta y ventana superior de la casa solariega con lo que ello conlleva de afeamiento de la misma. Y todo ello sin que ninguna queja se levante en contra de la defensa del escaso patrimonio que nos va quedando. Ver para creer.

Se terminaba así el número 11 de Órdago. Se había hecho un colosal esfuerzo en investigación, documentación, aporte gráfico, primicias, y sobre todo, un terrible esfuerzo económico al aumentar el número de páginas de la revista para dar cabida a tanta información. No obstante, los autores quedaron satisfechos del esfuerzo, y a tenor de los comentarios de nuestros lectores, el público en general agradeció ese trabajo.

ÓRDAGO Nº 10; LA REVISTA CULTURAL DE TORREDONJIMENO


ÓRDAGO N º 10: SEPTIEMBRE DE 2006

Lo primero que llama la atención al contemplar la portada del número diez de Órdago es sin duda la foto que acompaña a la misma. En ella, un nutrido grupo de soldados con uniforme alemán de la II Guerra Mundial, posa para la cámara. Los hombres que en ella aparecen no son germanos, sino españoles de la División Azul, en su mayoría de Jaén y pueblos limítrofes, incluidos algunos de Torredonjimeno, que participaron en la contienda bélica en contra del marxismo y el comunismo.

Abríamos la revista con el recordatorio de una triste noticia. Nos despedíamos a nuestro gran amigo y colaborador Fray Alejandro Recio Veganzones, que nos había dejado un año antes, allá por el mes de octubre. Un pequeño homenaje para un gran sabio y un franciscano entrañable. Descanse en Paz.

En su recuerdo se traía a las páginas de Órdago el documento original sobre el trabajo que realizase al estudiar la Orden Tercera Franciscana en Torredonjimeno. Un pequeño aporte más que Fray Alejandro dejó para las gentes de Torredonjimeno y que no podremos agradecerle como se mereciera.

Nuestro gran amigo y colaborador D. José Liébana Ureña aportaba un excelente trabajo sobre la biografía de otros de los personajes más recordados de nuestro pueblo, D. José María Gallo Moya. En el año de su centenario, Órdago trataba de rendir homenaje así a la figura del poeta y polifacético artista tosiriano al que tanto le debe Torredonjimeno y en especial la Semana Santa Tosiriana. El estudio, con una profusión de notas y referencias, es fiel reflejo de los artículos y trabajos a los que D. José Liébana nos tiene acostumbrados.

Reproducíamos a continuación un texto de D. José María Gallo sobre “La mujer tosiriana”, para complementar la imagen del poeta y para dar a conocer a los más jóvenes de nuestros lectores, una pincelada sobre la obra de este interesante personaje, con la intención de incitarlos a la búsqueda de más poemas y textos del autor, y conseguir así una mejor visión más completa del hombre y del artista.

Luis Gómez López nos traía las noticias de los defensores del Santuario de la Virgen de la Cabeza. En el “Sitio de la Morenita” participaron varias familias de tosirianos, algunos de cuyos nombres aparece en el citado trabajo. En el artículo se recuerda la toma al asalto por los Republicanos del Frente Popular y la defensa que hicieron algunos guardias civiles durante el mismo. Se recuerda también la gesta en la defensa del Capitán Cortés, cuyo esfuerzo le costaría la vida, así como la participación en las arengas últimas al asalto final , realizadas por el poeta republicano Miguel Hernández.

Marino Aguilera Peñalver nos ofrecía una perspectiva distinta a la oficialista sobre uno de uno nuestros grandes historiadores, hoy tan olvidado: D. Claudio Sánchez Albornoz. De la mano de una de sus discípulas, D ª Carmen Juan Lovera, ofrecíamos en el número diez de la revista, un esbozo sobre este gran hombre que fue D. Claudio Sánchez Albornoz.

Manuel Fernández escribía sobre otro tema polémico a los ojos tan “relativistas” de nuestro tiempo, y nos deleitaba con un trabajo sobre la Inquisición en Torredonjimeno, desde un enfoque no tan manido como lo es el actual.

Se reproducía en las páginas de la revista un texto novelado, sobre la participación de un tosiriano en el atentado anarquista contra Alfonso XIII de manos del terrorista mateo Morral. Aunque el relato, como se dice, es novelado, los datos que aparecen son ciertos, y muy posiblemente los personajes se conocieron en vida, aunque no de la guisa en la que aparecen en este relato.

Por último pero no menos importante, Órdago quería acercarse a un de nuestras joyas más olvidadas: Lendínez.. Pedanía que es de la localidad, permanece olvidada administrativamente e históricamente de la mano de nuestros paisanos. Órdago ha recuperado numerosos trabajos y estudios de este paraje de la localidad, antaño, no tan olvidado y lleno de vida. No será esta la última vez en al que los redactores de Órdago hagamos justa reivindicación de Lendínez, y traeremos muchas más noticias a las páginas de la revista, siempre que ello sea posible.

A once números publicados, Órdago incluía una nueva sección en la revista. “Memoria fotográfica de Torredonjimeno” Aprovechando la contraportada y el archivo fotográfico que posee la Asociación Cultural Órdago, la Revista se propone el ir dando a conocer algunas de las instantáneas que forman parte del pasado de la localidad o que sirvan para denunciar o ilustrar a los lectores sobre nuestro patrimonio e historia. En esta ocasión reproducíamos una instantánea que muestra al ministro en época del General Franco, D. Francisco Ruiz-Giménez, en la localidad con motivo de la inauguración de una serie de viviendas de protección oficial que se habían realizado en la localidad.

Concluía así otro número de la Revista, y empezábamos a trabajar en el siguiente.

viernes, 3 de julio de 2009

ÓRDAGO Nº 9: LA REVISTA CULTURAL DE TORREDONJIMENO


ÓRDAGO N º 9. MARZO DE 2005

Traíamos a la portada del número 9 de la revista Órdago el retrato de un oficial español con la vestimenta de época. La instantánea está firmada por los fotógrafos Otero y Colominas, que tenían su estudio en la ciudad de la Habana en la C/ San Rafael número 32. La fecha: 1898.

Lamentablemente los actuales dueños del retrato fueron incapaces de identificar al personaje. Pero eso no fue obstáculo para que la dirección de la revista estimase que el retrato de un soldado español de ese talle, viniese a ilustrar la portada de Órdago. Sirva su retrato como homenaje a todos los soldados españoles que perdieron la vida en la Guerra de Cuba y Filipinas.

Abríamos la revista con la noticia del fallecimiento del artista tosiriano y Socio de Honor de la Asociación Cultural Cassia, D. José López Arjona. Nuestro querido paisano había sido el artista que diseñó las vidrieras de la actual Iglesia de San Pedro Apóstol, suyos son asimismo los dibujos que ilustraron publicaciones que nuestros mayores aún conservan en su memoria, tales como “Hemos visto al Señor” “Guirnaldas de la Historia”, etc. En sus últimos años antes de jubilarse fue profesor en el I.E.S. Santo Reino de la localidad. D. José López Arjona siempre será recordado entre la gente de bien de la localidad por ser ante todo un hombre bueno.

Manuel Fernández Espinosa nos hablaba en su artículo sobre la Masonería en Jaén, y en concreto de la logia tosiriana Unión Fraternal de Torredonjimeno. En el trabajo se establecían las conexiones entre las logias Acacia de Alcalá la Real y la Unión Fraternal de la localidad.

El escritor y Cronista Oficial de Santiago de Calatrava José Luis Alonso Viñegla reproducía en Órdago unas cartas de un vecino de la localidad de Santiago de Calatrava, que fue soldado allá por las postrimerías del siglo XIX y desde Manila enviaba sus misivas a su padre, recreándose en detalles curiosos, tocantes al conflicto colonial que le tocó vivir. Aprovechábamos asimismo la ocasión que nos brindaba el tema de la guerra de Cuba y Filipinas, para ofrecer otros documentos y testimonios más próximos a nuestra localidad, como el caso de “La fuga de Eleuterio” -un soldado de Valdepeñas de Jaén, capturado en Cuba por los rebeldes que logró escapar del campo de concentración en que estaba confinado.

Manuel Fernández Espinosa nos ilustraba en este número nueve de Órdago con la semblanza de uno de los poetas tosirianos más olvidados por la oficialidad municipal: D. Francisco de Paula Ureña Navas. Hombre de excepcionales cualidades fue en su tiempo un gran escritor y un gran poeta, con reconocimientos varios de sus contemporáneos. La Guerra Civil puso fin a su fructífera carrera, arrebatándole la vida. No fue el único asesinado D. Francisco, sino que tres de sus hijos también fueron asesinados por las milicias rojas: uno en Madrid con su padre y dos en el término municipal de Martos.

Luis Gómez López nos ofrecía en esta ocasión un dato sobre la presencia de D. Miguel de Cervantes en la localidad tosiriana. Esto lo realizaba en el artículo titulado “Algunos datos sobre la estancia de Miguel de Cervantes en el Reino de Jaén y su paso por Torredonjimeno”. El artículo venía así ha cumplir con este insigne escritor en el año del “centenario”.

El Grupo Vernácula ofrecía la posibilidad de rememorar a nuestros lectores sobre como era el retablo mayor del malogrado Convento de la Victoria, desaparecido junto con las tallas de Beatos Nicolás Longobardo y Gaspar Bono -de la Orden de Frailes Mínimos de San Francisco de Paula; todo ello devastado durante la Guerra Civil a manos de los incendiarios iconoclastas del Frente Popular.

Luis Gómez, volvía a insistir en un tema de crucial importancia para el patrimonio monumental de la localidad: Los molinos harineros. Después de haber visto como desaparecía el ubicado a la vera del puente romano tras su canalización, era necesario que se recordara constantemente que otros monumentos hidráulicos de igual valor pueden correr el mismo riesgo de derrumbe o desaparición si no se hace nada para conservarlos.

El Cronista Oficial de Torreperogil ofrecía en primicia para los lectores de Órdago un artículo que sacaba a la luz los lazos de sangre existentes entre las localidades de Sabiote y Torredonjimeno, merced al estudio de uno de sus hijos, en concreto la biografía de D. Pedro Antonio de Villena y Coca.

Los directores de la revista publicaban conjuntamente un interesantísimo trabajo sobre los orígenes del movimiento obrero en Torredonjimeno. Lleno de oscuridades y de tópicos, el movimiento obrero ha sido utilizado en la actualidad por la izquierda política de forma abusiva, como si de un patrimonio exclusivo se tratase y no hubiese habido respuestas similares de parte, por ejemplo, de la Iglesia. El estudio ofrece en el caso de Torredonjimeno documentos inéditos que vinculan los orígenes de este incipiente movimiento en la localidad a la Iglesia Parroquial Mayor de San Pedro Apóstol de Torredonjimeno, donde surgió un Círculo de Obreros Católicos. El documento de su Inauguración es imprescindible para investigadores serios que quieran, a partir de nuestro descubrimiento, ahondar más en esta interesante parte de la Historia del Movimiento Obrero, silenciada interesadamente por los demagogos de extrema izquierda.

Terminaba así un nuevo número de la revista. En la contraportada dábamos las gracias a colaboradores que nos brindan su apoyo y material, sin cuya estimable cooperación Órdago no sería lo mismo. Quedábamos así satisfechos del trabajo realizado y listos para empezar a trabajar en el siguiente número.

jueves, 2 de julio de 2009

ÓRDAGO Nº 8: LA REVISTA CULTURAL DE TORREDONJIMENO


ÓRDAGO N º 8, NOVIEMBRE DE 2003.

A punto de terminar el año 2003, Órdago se hacía presente otra vez entre nuestros lectores.

En esta ocasión, intentamos ofrecer un breve repaso por el patrimonio de origen romano que se conserva, en su mayoría lápidas funerarias encontradas en el término municipal de la localidad.


Nuestro gran amigo y colaborador Fray Alejandro Recio Veganzones (q.e.p.d.), nos remitía desde su museo y biblioteca de San Antonio de Martos, un texto para esta ocasión, en concreto, el hallazgo de la lápida dedicada a Marco Aurelio y encontrada en las inmediaciones de la Torre Benzalá, de cuyo estudio epigráfico se encargó nuestro sabio religioso. La foto de la portada, era precisamente una instantánea de época que mostraba a Fray Alejandro Recio junto con algunas personas más, en el momento del hallazgo.


Continuábamos en páginas sucesivas realizando un somero repaso por la epigrafía romana, describiendo y divulgando para nuestros amigos lectores el significado y origen de dichas lápidas, algunas de las cuales se encuentran empotradas en las fachadas de los edificios más señalados de la localidad. Hablábamos del Ara consagrada a Júpiter (en la actualidad en el castillo de la localidad), de la lápida dedicada a Publio Fabio, empotrada en una esquina de la Iglesia de Santa María, etc. Quedan todavía algunas inscripciones más por tratar, pero para no hacer un monográfico muy intenso en la revista, la dirección prefirió exponer sólo una muestra, dejando el resto para una segunda entrega.

A continuación, un pequeño bosquejo sobre uno de los periodos más significativos del pasado de nuestra localidad. El periodo visigodo, recientemente puesto de actualidad merced a las investigaciones que sobre el “Tesoro de Torredonjimeno” se han llevado a cabo por parte de instituciones tan prestigiosas como el CSIC, la UJA, etc. Luis Gómez López y Aurora Liébana Cabanillas eran los encargados de aportar unos esbozos sobre este pasado tan interesante y tan olvidado por los historiadores.

Manuel Fernández Espinosa nos ilustraba con una leyenda sobre nuestro pueblo, en concreto el relato titulado ”Los encantados de la Piedra Águila”. En ocasiones, las leyendas orales y los cuentos narrados por los mayores, tienen en el fondo un atisbo de realidad, mezclada con fantasía y tamizada por el tiempo al ser trasmitidos oralmente de generación en generación.

El Grupo Vernácula, dedicado a la recopilación de tradiciones de nuestra localidad, nos deleitaba en esta ocasión con un interesantísimo artículo sobre una costumbre ya en desuso, la afición acordeonística de Torredonjimeno. En el trabajo se rememoran algunos de los tosirianos conocidos por su gran afición al acordeón, instrumento musical muy popular antaño, y como era demandada la presencia de estos músicos para amenizar fiestas y otros jolgorios. El artículo, profusamente ilustrado con instantáneas inéditas de la época, es un ejemplo de recopilación y atesoramiento de nuestro acervo cultural como pueblo, para dejarlo como legado a otras generaciones.

Manuel Fernández Espinosa nos mostraba por vez primera una aproximación a la biografía y hazañas de otro de los personajes de nuestra localidad a los que la Revista Órdago ha otorgado el honor de considerarlo merecedor de estar en la sección de nuestra revista de “Tosirianos ilustres...”, y a los que les dedica especial atención; en este caso se trataba de D. Fernando María del Prado y Ruiz de Castro, fundador entre otros tosirianos, de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén y heroico defensor de Jaén ante la invasión napoleónica.

María del Mar Calabrús Bares aparecía en las páginas de este número 8 de la revista por motivos muy específicos. El magnífico trabajo que presentaba ante nuestros lectores fue solicitado por los directores de la Revista Órdago para otra publicación de la localidad, en concreto para la revista parroquial de San Pedro: “El Apóstol de San Pedro”, que por aquellas épocas dirigía su párroco D. Juan Párraga. El cura párroco decidió suprimir la publicación parroquial debido a los gastos que suponía para la parroquia su formato y edición, dejando en el tintero este artículo que nosotros habíamos solicitado para la misma. La dirección de Órdago estimó oportuno recoger en sus páginas el trabajo de María del Mar Calabrús Bares sobre la “Coral Polifónica de San Pedro”.

Terminaba este interesantísimo número con otra aportación inédita: La presencia de Napoleón en la localidad cordobesa de Bujalance, que nos trasmitía el religioso Fr. Salvador Laín Rojas (que vivió a caballo entre el siglo XVIII y el XIX.) El texto, inédito hasta la hora presente, nos trasporta a una época en la que España estaba sometida por la bota de los soldados revolucionarios napoleónicos.

La página obituario fue, tristemente, dedicada a la memoria de D. Rafael Ocaña Contreras, médico humanista y seguidor de nuestra Revista ÓRDAGO, así como Socio de Honor de Cassia en vida.

miércoles, 1 de julio de 2009

ÓRDAGO Nº 7: LA REVISTA CULTURAL DE TORREDONJIMENO


ÓRDAGO 7, JULIO DE 2002

Un cambio trascendental se produjo el año 2002 en la portada de la revista. Con el número 7 modificábamos el fondo negro que tradicionalmente venía ilustrando la colección hasta la presente y lo sustituíamos por el blanco. El motivo: el color negro parece ser que había planteado algunos problemas a los coleccionistas de Órdago. Con el uso reiterado de la misma, y de tanto rozar la portada con otras revistas, la tinta de color negro despintaba y dejaba algunas manchas, sobre todo los primeros días, cuando la tinta aún no se ha fijado lo suficiente al papel. Para impedir esta contingencia, pasamos al color blanco -sobrio, y más limpio.

Abríamos la revista con la noticia del fallecimiento de D ª Luisa Villar de la Fuente (q.e.p.d.), una gran seguidora de la revista desde sus comienzos, una gran señora y una colaboradora de excepción, Dios la tenga en la Gloria- y sirva esas páginas y este recordatorio para mantener viva su memoria por mucho tiempo entre los tosirianos.

Manuel Fernández Espinosa nos ilustraba sobre algo que hasta ahora había sido poco divulgado por los historiadores, “La milicia de voluntarios realistas de Torredonjimeno y los orígenes del Tradicionalismo tosiriano” A lo largo del minucioso artículo se fijan las tesis que ilustran sobre cómo Torredonjimeno a lo largo de las sucesivas “guerras carlistas” ha ido aportando combatientes debido al sustrato tradicionalista de sus gentes y la de los alrededores, como Castillo de Locubín o Alcalá la Real.

Juan Ortega Cózar nos hablaba de la deuda histórica que el Estado español tiene contraída con la Iglesia Católica del país, debido a la mal llevada desamortización que se llevara en el siglo XIX por el ministro de origen judío Álvaro Méndez, más conocido en la Historia como “Mendizábal”. En la breve reseña se matizan los aspectos negativos así como la inutilidad de haberlos llevado acabo, ya que no sirvieron a los principios proyectados por el citado ministro, y sí a otros fines inconfesables: el enriquecimiento desfachatado de los liberales.

El historiador F. J. Téllez Anguita nos ilustraba con un sugerente tema: “Las ventas de oficios públicos en Torredonjimeno durante el siglo XVI”. Un artículo muy esclarecedor para entender que la corrupción municipal -en cuanto a la asignación de oficios públicos, hoy cargos funcionariales- no es cosa sólo de los tosirianos del presente, sino que nuestros ancestros ya se dedicaban a ella, y con gran maestría, a tenor de los resultados de la investigación del historiador local.

“Celaya y los andaluces: Los prejuicios racistas de un poeta”. Es el título que la dirección de la revista publicó sobre el trabajo y la obra de Gabriel Celaya, autor que se ha pretendido “oficializar” en la localidad por los gobiernos de IU-PCE. La filiación al partido comunista de este poeta parece que obró como único mérito en la decisión del por entonces Ayuntamiento de Torredonjimeno a la hora de nominar con el nombre de Celeya a la biblioteca Municipal, y no contentos con ello, se le concedió el nombre de una plaza plública, financiándose con dinero público un premio que lleva el nombre del poeta y del pueblo.

Órdago nunca se mostró contrario a la obra poética del autor vasco, aunque informó a los lectores de la revista de algunas aportaciones que el sujeto había realizado en su poemario, el cual estaba salpicado de “tics” xenófobos y lleno de prejuicios hacia lo andaluz y los andaluces. Resultaba cuando menos una contradicción, que un poeta que se insultaba en sus poemas a los andaluces, recibiese de un pueblo andaluz reconocimiento, premios y nombre para sus plazas. Todavía hoy, algunos siguen reclamando que con dinero de todos se sufrague este premio. Una cosa es que dicho evento esté “institucionalizado” y ya no se pueda hacer nada, pero cuando menos que sean los seguidores del poeta los que sufraguen los gastos que dicho premio conlleva, y no se fuerce a los que no lo seguimos a participar de dicho emolumento vía impuestos de la Concejalía de Cultura. Como siempre hemos defendido, debido a la existencia de tantas culturas en España: multiculturalismo, que cada cultura se pague sus caprichos.

Luis Ortega rememoraba en las páginas de la revista su infancia y la del colegio público San Roque, donde estudió y donde siguen impartiendo clases los profesores a cientos de niños a día de hoy.

Marino Aguilera hizo en primicia un artículo sobre la monumentalidad artística del cementerio tosiriano, que había pasado desapercibido para decenas de historiadores. Lo cierto es que con dicho artículo, Órdago volvía a centrar sus esfuerzos en estudiar y divulgar, destacando otra vez más uno de los aspectos más olvidados hasta ese momento. El trabajo recoge diversos matices y apuntes sobre algunos de los panteones artísticos que podemos contemplar a día de hoy en nuestro campo santo municipal.

Luis Gómez destacaba en su artículo las miniaturas que ilustran el intradós del arco de medio punto de la Iglesia de San Pedro Apóstol de Torredonjimeno. Desapercibidas y poco estudiadas las miniaturas suponen un ejercicio catequético de primer nivel, con la representación de personajes del Antiguo Testamento en orden concreto y preciso. Reproducíamos en primicia las fotografías ampliadas para que los lectores pudiesen apreciar con detalle aquello que han tenido tanto tiempo sobre sus cabezas y de lo que no se había hablado hasta entonces. En el artículo, el autor exponía una hipótesis explicativa para cada una de las figuras.

Culminaba así un número que llenaba de orgullo a los directores y que supuso un cambio trascendental en su imagen de portada. En la actualidad quedan muy pocos ejemplares disponibles de dicho número 7, siendo cada vez más complicado satisfacer a los demandantes de números extraviados o perdidos para que puedan así completar la colección.
El Premio de Poesía Internacional Gabriel Celaya de Torredonjimeno, tras años después de publicarse el artículo que comentamos, fue sometido a revisión por el pleno municipal y, por vez primera, se cuestionó su conveniencia y viabilidad, deshaciéndose las arcas públicas de este gasto incongruente. La dirección de la revista siempre ha mostrado respeto por las personas, pero intransigencia con las ideas erróneas e impuestas.