sábado, 6 de diciembre de 2014

JUAN ROLDÁN DE ÁVILA: UN TOSIRIANO ENTRE LOS HOMBRES DE NÚÑEZ DE BALBOA Y FRANCISCO PIZARRO

Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Mar del Sur (Océano Pacífico)
 
Y DE OTROS TOSIRIANOS QUE DESCUBRIERON Y CONQUISTARON AMÉRICA
 
 
Dedicado a mi amigo y paisano,
el genealogista Juan Luis Anguita Pérez
 
 
Por Manuel Fernández Espinosa


Cuando los españoles llegamos a América cundía el rumor de que había un mar por descubrir. Muchos lo habían intentado, pero la gloria estaba reservada para el extremeño Vasco Núñez de Balboa (1475-1519), de cuna hidalga, pero de hacienda pobre. Había vivido en Córdoba y en Sevilla y se animó a embarcar al Nuevo Mundo, poniendo el pie allá por 1500. Había engrosado algunas expediciones y se había ido labrando una cierta fama de hombre valiente y decidido. Era el 1 de septiembre del año de gracia de 1513 cuando Vasco Núñez de Balboa, con muy pocos recursos, emprende la búsqueda de ese Mar del que tantos hablaban. Iba a la cabeza de 190 españoles y entre ellos había un tosiriano: Juan Roldán de Ávila.
 
190 españoles, guías indígenas y una buena rehala de perros se pusieron en marcha, a bordo de un bergantín y unas canoas, rumbo a las tierras del cacique Careta. Combatieron con algunas tribus hostiles, ayudados por otros indígenas que hicieron liga con los españoles. En Cuarecuá vencieron la enconada resistencia del caudillo Torecha y cuando los españoles hallaron al hermano de Torecha vestido como una mujer en compañía de algunos jóvenes, entendieron que aquello era un serrallo homosexual y les echaron los perros. La tribu sometida hizo alianza con los españoles: cayeron algunos españoles y otros resultaron maltrechos de los combates, quedándose estos en Cuarecuá. Pero Vasco Núñez de Balboa y otros 67 españoles (entre los que iba el de Torredonjimeno) prosiguieron su expedición: entre ellos también iba Francisco Pizarro. Los indígenas comunicaron a Núñez de Balboa que, desde las cimas de las montañas que se levantaban en los bordes del río Chucunaque, podía divisarse el Mar que buscaban. Núñez de Balboa subió las montañas y comprobó que era cierto; ascendieron los demás: Pizarro y Roldán de Ávila y fueron los primeros en contemplar el Mar del Sur (que hoy se conoce como Océano Pacífico). Era el 25 de septiembre de 1513.
 
Habían visto con sus ojos el Mar del que todos hablaban, pero todavía no se habían posesionado de él. Para ello fue menester vencer el obstáculo de otra tribu que les salió al paso: la de Chiapes. La vencieron y sumaron a los vencidos a la columna que avanzaba. Con 26 españoles (entre ellos Roldán de Ávila), Núñez de Balboa llegó a la costa. Núñez de Balboa, blandiendo su espada en una mano y en la otra el estandarte de la Santísima Virgen María, entró en las aguas y proclamó que de aquel Mar tomaban posesión los Reyes de Castilla, Juana y Fernando: era el día de San Miguel Arcángel y en homenaje del Príncipe de las Milicias Celestes el golfo recibió su nombre.
 
Foto de Manolo Fernández.
 
Poco sabemos del tosiriano que participó en esta gloriosa empresa. El nombre y apellidos de Juan Roldán de Ávila figura en el Archivo General de Indias, donde consta que era natural de Torredonjimeno y que se había embarcado el año 1493 a Santo Domingo. Su apellido Roldán nos sugiere que podría tener algún parentesco con el famoso Francisco Roldán, hidalgo también de Torredonjimeno, que acompañara a Cristóbal Colón en su segundo viaje al Nuevo Mundo; allí quedó Francisco Roldán como capataz de los españoles cuando Cristóbal Colón retornó nuevamente a España y, en ausencia del Almirante, se desató una cruda guerra entre los partidarios de Roldán y los secuaces que seguían a Bartolomé y Diego Colón, hermanos de Cristóbal. Francisco Roldán Jiménez (era su segundo apellido) se había embarcado el mismo año que Juan Roldán de Ávila; aunque el segundo apellido difiere en uno y otro, bien podrían ser hermanos, habida cuenta de los usos irregulares que regían en aquel entonces a la hora de apellidarse. Algún parentesco pudiera haber entre ambos, pero no podemos aseverarlo a falta de documentación concluyente. En toda esta historia que está por contar, hubo otro importante tosiriano: Diego de Nicuesa. Nicuesa fue nombrado gobernador de Veragua en 1508 y en 1510 fundó la ciudad de Nombre de Dios (hoy en la Provincia de Colón, Panamá), pero con antelación a la expedición de Núñez de Balboa, éste se había rebelado contra la autoridad de Nicuesa y las desavenencias acarrearon la muerte de Nicuesa. Todavía existe muy cerca de Torredonjimeno un cortijo que conserva el nombre de Nicuesa y que es indicador de haber sido antigua propiedad del linaje de este desgraciado conquistador tosiriano.
 
Volviendo a Juan Roldán de Ávila es de advertir que en la expedición de Núñez de Balboa el torrejimenés tuvo que hacer muy buena amistad con Francisco Pizarro, dado que acompañó a éste en el descubrimiento y conquista del Perú entre 1524 y 1539, en el comedio de esta larga conquista, nuestro Roldán de Ávila fue conquistador de Quito (año 1534) y su pista se nos pierde el año 1557, cuando lo vemos que toma como esposa a Leonor de la Reguera en la ciudad de Lima.

BIBLIOGRAFÍA:


"La emigración jiennense a las Indias en el siglo XVI: 1495-1599", Aurelio Valladares Reguero y Rocío Ruiz García, Instituto de Estudios Giennenses, 1994.

"Francisco Pizarro y la conquista del Imperio Inca", Bernard Lavallé, Editorial Planeta, 2007.
 

lunes, 10 de noviembre de 2014

ESPIRITISTAS DE TORREDONJIMENO

Fotografía de época del tosiriano Cristóbal Bonilla Cózar, (alias masónico) "Melgarejo".
CRISTÓBAL BONILLA CÓZAR: UN TOSIRIANO ENTRE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA Y EL ESPIRITISMO ACTIVO
Por Manuel Fernández Espinosa
Una de las creencias más arraigadas en la humanidad es la de la supervivencia del “alma” tras la muerte del cuerpo. Desde los más remotos tiempos, las más variadas religiones han asumido que existe una vida de ultratumba. En Egipto se empleaba, aproximadamente desde el año 1500 antes de Cristo, el famoso “Libro de los muertos” a fin de servir de viático a las almas de los difuntos y conducirlas a la otra vida, tras el juicio de Osiris. Tampoco falta en la Grecia clásica testimonios de la creencia en la supervivencia del alma: puede verse en Platón, pero en la “Odisea” de Homero nos encontramos incluso con un episodio en que Ulises se comunica con las almas de algunos muertos. Y esa es, en una versión moderna, la clave del espiritismo.
EL ESPIRITISMO Y SUS PELIGROS
El espiritismo supone que es posible la comunicación entre vivos y muertos sirviéndose, por ejemplo, de “médiums” (personas que, por la razón que sea, supuestamente pueden entrar en un estado de trance y servir de canales para que los “espíritus” se pongan en contacto con los espiritistas). El vocablo “espiritismo” fue acuñado por el francés Allan Kardec (1804-1869) que publicó “El libro de los espíritus” en 1857. Por este libro y otros, Kardec pasa por ser considerado el codificador del espiritismo, pero el espiritismo se había propagado por América y Europa, formando toda una asociación internacional organizada a manera de “iglesia”.
Ya a principios del siglo XX, el doctor Joseph Lapponi publicaba en 1907 un libro con el título “L’Hypnotisme et le Spiritisme”. En sus páginas, el eminente doctor era de los primeros que se anticipaba a prevenir, a la luz de su experiencia clínica, contra las prácticas espiritistas por el riesgo que suponen para el equilibrio psicológico de quienes participan en ellas, con estas palabras: "El espiritismo presenta para la sociedad y para el individuo todos los peligros, así como todas las consecuencias funestas del hipnotismo; y presenta mil otros más deplorables todavía. En los individuos que desempeñan el papel de médium, y en aquéllos que asisten a sus operaciones, el espiritismo produce ya sea obnubilación o ya sea exaltación mórbida de las facultades mentales; provoca las neurosis más graves, las más graves neuropatías orgánicas” (El Hipnotismo y el Espiritismo, Joseph Lapponi, 1907).
Otro de los grandes desenmascaradores del espiritismo fue el esoterista René Guénon que en su libro “El error espiritista” (1923) pone en guardia contra las consecuencias nefastas de esta práctica, entre las que destaca:
“Los peligros psíquicos no pueden separarse enteramente de los peligros físicos, pero aparecen como mucho más constantes y más graves todavía; recordamos aquí, una vez más, las obsesiones de carácter variado, las ideas fijas, los impulsos criminales, las disociaciones y alteraciones de la consciencia o de la memoria, las manías, la locura en todos sus grados (...) En suma, todo eso tiende pura y simplemente a la desagregación de la individualidad humana, y a veces la alcanza; las diferentes formas de desequilibrio mental mismas no son en eso más que etapas o fases preliminares, y por deplorables que sean ya, jamás se puede estar seguro de que no irán más lejos” (“El error espiritista”, René Guénon, 1923).
Sin embargo, a pesar de todas las tragedias personales que ha provocado esta práctica aberrante, condenada tanto por la medicina, los esoteristas más serios como Guénon y por la misma Iglesia Católica, el espiritismo no sólo se difundió, sino que revistió incluso un carácter político.
ESPIRITISMO: LA PSEUDO-RELIGION DEL PROGRESISMO REVOLUCIONARIO
En la segunda mitad del siglo XIX, el espiritismo ya se había asentado de una manera más o menos clandestina en la sociedad española. En 1855 estaba activa una Sociedad Espiritista en Cádiz. Y aunque el signo progresista del espiritismo era algo internacional, en España el espiritismo fue el sustituto religioso de grandes sectores del progresismo político de izquierdas. No escapó ni una provincia española a la expansión de esta pestilencial doctrina y práctica: aquí las logias masónicas sirvieron como receptáculos de estas teorías y prácticas perniciosas. Nuestra provincia de Jaén conoció la moda del espiritismo e incluso fue residencia y tierra natal de espiritistas destacados.
DOCTRINARIOS ESPIRITISTAS EN ANDÚJAR
Aunque nacido en Cartagena el año 1837, Manuel Isidoro Prudencio González Soriano viviría y moriría en la provincia de Jaén. En abril de 1858 fue nombrado telegrafista y resultó destinado a Andújar para desempeñar su cometido profesional. Este telegrafista se había iniciado en la filosofía krausista (que en la España del siglo XIX era la moda filosófica a la que se adherían todos los hombres que se consideraban progresistas. Fueron krausistas los que impulsaron la Institución Libre de Enseñanza y la famosa Residencia de Estudiantes), pero González Soriano, además de asumir el krausismo, se interesó y “estudió” el espiritismo publicando en 1881 su libro “El espiritismo es la filosofía”. González Soriano publicó más libros sobre su peculiar filosofía que quería ser una síntesis del krausismo y el espiritismo. Entre los principios que González Soriano identificaba como propios de su “krauso-espiritismo” se explicitaba el mito del progreso infinito con estas palabras literales: “Evolucionismo universal de la esencia para la realización del progreso, en pluralidad de mundos, de sustancias y de seres” (“El espiritismo es la filosofía”, 1881). Este pintoresco filósofo espiritista que vivió gran parte de su vida en Andújar llegó a Subdirector de Segunda del Cuerpo de Telégrafos y falleció (o, como gustan decir los de su secta espiritista, “desencarnó”) en Andújar el 2 de noviembre de 1885.
A Torredonjimeno llegó el espiritismo y, como solía ocurrir, se sirvió de los canales más progresistas de la entonces villa. En 1885 se fundaba en Torredonjimeno la logia local “Unión Fraternal”, sujeta bajo las consignas del Grande Oriente Nacional de España. Con antelación a su fundación, en Torredonjimeno se había formado una primera célula masónica: el triángulo “Numa Pompilio”. Entre los miembros de “Unión Fraternal” destacarían personajes de la política local de aquel momento, casi todos vinculados a partidos republicanos. Entre ellos cabe mencionar a Juan de Dios Carazo Cañada o Patricio Hernández Serrano (cuya lápida funeraria descubrimos nosotros en el cementerio tosiriano (véase mi artículo “La Masonería en Jaén: La logia Unión Fraternal de Torredonjimeno”, en revista cultural ÓRDAGO nº 9, año 2005). Y un año antes de la fundación de esta logia nacía en Torredonjimeno, el 4 de noviembre de 1884, Cristóbal Bonilla Cózar.
EL CASO DE CRISTÓBAL BONILLA CÓZAR
Cristóbal Bonilla Cózar se colegió como abogado y por razones todavía por descubrir abandonó la península y se estableció en las Islas Canarias, perteneciendo en un primer momento al Partido Republicano Federal de Las Palmas de Gran Canaria, formando parte de su Junta Directiva. Ocupó cargos públicos, como concejal (de 1913 a 1915) del Ayuntamiento de Las Palmas por ese mismo partido. Por aquellos tiempos, ya establecido en Canarias y bajo la dirección del líder federalista José Franchy y Roca (1871-1944), el tosiriano Cristóbal Bonilla Cózar destacó como uno de los protagonistas de los motines “anticonsumo” que se organizaron en Las Palmas de Gran Canaria. Más tarde, Bonilla Cózar ingresó a la masonería, corriendo el año 1924 y adoptando el “nombre iniciático” (alias) de “Melgarejo”. Perteneció a la logia “Andamana” de Las Palmas y en la sociedad secreta ascendió al Grado 30. Nuestro paisano Cristóbal Bonilla Cózar, como muchos otros federalistas de la época (a la cabeza de los cuales estaba el histórico Franchy y Roca), se convertiría al socialismo, pasando a militar en la UGT y en la Agrupación Socialista del Partido Socialista Obrero Español.
Su profesión como procurador y sus cargos los alternaba con la literatura, colaborando en los periódicos insulares de las organizaciones políticas y sindicales en las que militó, pero también publicando en 1930 el drama en tres actos “La justicia histórica”. Pero su militancia masónica no se ceñía a los tejemanejes propios de la política, como es lo más común entre los masones, sino que podemos aseverar que el hermano “Melgarejo” (Cristóbal Bonilla Cózar) perteneció al “plano interior” de la asociación ocultista, pues pocos masones se ocupaban de explorar los campos del ocultismo y, en concreto, del espiritismo y la teosofía. Esto puede desprenderse de su libro, aparecido el año 1928, y que ostenta el luengo título de: “Los amigos del Más Allá. Novísima Doctrina. El Ser por su sólo impulso, llega al Infinito. Revelación de los Ángeles Aleluyas al Arcano Manuel Hernández Quesada y Hermano Mayor del Mayor por escritura autográfica”. Como se deduce de título tan generoso, la técnica espiritista que parece haber empleado el hermano “Melgarejo” es la “escritura automática”, puesta en boga por esos mismos años por algunos artistas surrealistas que tanta afinidad tenían por las ciencias ocultas como el espiritismo, el tarot y otras prácticas reprobables. Uno quisiera saber lo que son los "Ángeles Aleluyas"... Pero vaya usted a saber lo que serán esas entidades producto de los delirios psiquiátricos del espiritismo.
Cristóbal Bonilla Cózar regresó a la península, instalándose en Madrid y viéndose obligado a exiliarse tras el desenlace de la guerra civil. Falleció el 10 de noviembre de 1945 en Oradour sur Glane (Haute Vienne, Francia)..
BIBLIOGRAFÍA:
“Historia de las sociedades secretas. Movimientos iniciáticos, sectas y órdenes espiritualistas”, Ramiro A. Calle.
“El hipnotismo y el espiritismo”, Doctor Joseph Lapponi.
“El error espiritista”, René Guénon.
“Motines insulares”, Agustín Millares Cantero.
“José Franchy y Roca: 1871-1944”, Jesús Felipe Redondo.
“Historia de la francmasonería en Canarias (1739-1936), vol. 2, Manuel de Paz Sánchez.
“La Masonería en Jaén: La logia Unión Fraternal de Torredonjimeno” Manuel Fernández Espinosa, Revista Cultural ÓRDAGO, nº 9, año 2005.

miércoles, 8 de octubre de 2014

EL TOSIRIANO D. JOSÉ DEL PRADO Y PALACIO. ALGUNAS FOTOS SOBRE SU VIDA


"Fotografía oficial de D. José del Prado y Palacio como Alcalde de Madrid el 20 de junio de 1917"

Luis Gómez

Hace ya años escribíamos en el libro “Vidas de la Ibérica Tosiria” una reseña sobre D. José del Pardo y Palacio. Decíamos así en aquellas páginas:

 “Nacido en Jaén el 3 de enero de 1865 D. José del Prado y Palacio pertenecía a una de las familias aristocráticas de Torredonjimeno que habían hecho de la capital su residencia. Estudió en el Colegio de Jesuitas de Sevilla y cursó la carrera en la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos de la Moncloa (Madrid). Miembro del Partido Conservador de Silvela, a los 25 años llegó a ser alcalde de Jaén. El 7 de enero de 1890 contrae matrimonio con la tosiriana doña María Teresa Fernández de Villalta y Coca, hija del I Marqués Pontificio de Villalta.


"El gobierno conservador de D. Joaquín Sánchez Toca en elque formó parte D. José del Prado. En las fotografías, abajo el segundo por la derecha"

En 1893 era ordenado Caballero de la Orden Militar de Santiago y sería dos veces Alcalde de Madrid. Diputado a Cortes, Secretario y, más tarde, Vicepresidente del Congreso de Diputados, Director General de Obras Públicas y Agricultura, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Senador del Reino, Mayordomo de su Majestad Alfonso XIII, Maestrante de la Real Cancillería de Granada… Recibió ciertas condecoraciones como la Cruz de Isabel “La Católica”, la Cruz del Mérito Militar y la Cruz de San Gregorio Magno. En 1920 le era concedido por su Majestad el Rey el título del I marqués del Rincón de San Ildefonso. El matrimonio Prado-Villalta no tuvo descendencia.   


"Toma de posesión de la alcaldía de Madrid de D. José del Prado y Palacio"

No sólo brilló como político, sino como intelectual regeneracionista. En 1917, en plena Gran Guerra, D. José del Prado publica su libro “Hagamos Patria”. En las páginas de este libro plasmaba un ambicioso programa político y económico que localiza los problemas infraestructurales de España, trazando su solución. Son 255 páginas, impresas en Tipográfica Artística de Madrid. El prólogo de este libro estuvo a cargo de de Manuel Bueno, uno de los segundones de la generación literaria del 98 y culpable de la manquera de Valle-Inclán. Este Manuel Bueno califica a D. José del Prado y Palacio en el prólogo que pone a este libro como miembro de la “generación política de 1898”


"Central eléctrica inaugurada por Alfonso XIII e impulsada y edificada merced a D. José del Prado".

En Jaén fue impulsor de “La liga por la cultura” así como uno de los más renombrados patrocinadores de la revista mensual Don Lope de Sosa, dirigida por D. Alfredo Cazabán Laguna. De vez en cuando colaboraba en sus páginas con algún artículo de su Minerva.


En la visita oficial que S. M. el Rey D. Alfonso XIII realizó a la provincia de Jaén, a finales del mes de noviembre de 1916, el monarca se hospedó en la Hacienda “El Pilar” de Espeluy, propiedad de D. José de Prado y Palacio.


"El Rey en la finca El Pilar, propiedad de D. José del Prado"

En la década de los 20, como un devoto más de la Virgen de la Cabeza, ordenó esculpir los versos que el caminante puede leer en la piedra caballera que se alza al borde del camino.

Durante su vida activa se preocupó de levantar en Jaén edificios de utilidad pública y monumentos de la exornaran, como el monumento de las Batallas



"Instantáneas en las que se recoge el momento en el que se inaugura en la capital el monumento de Las Batallas"

El 14 de febrero de 1926 fallece en su hacienda de Espeluy el confidente personal de Alfonso XIII, D. José del Prado y Palacio”. 


martes, 30 de septiembre de 2014

ENTREVISTA A JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ. HISTORIADOR


"José Carlos Gutiérrez Pérez" 

Luis Gómez

                Traemos en esta ocasión a la bitácora de Cassia  a nuestro amigo y colaborador José Carlos Gutiérrez Pérez, quien el próximo viernes 3 de octubre vendrá a nuestra localidad a impartir una conferencia sobre “Torredonjimeno y su trascendencia medieval”, la cual tendrá lugar a las ocho de la tarde de ese día, en los salones del Castillo de la localidad.

                Para el que no lo conozca, recordamos que José Carlos es Licenciado en Humanidades por la Universidad de Jaén (2006) y DEA en Historia Medieval por la misma universidad (2009). Autor de varios artículos de investigación publicados en reconocidas revistas como “Boletín del Instituto de Estudios Giennenses”, “Revista de Arqueología, “Aldaba, “Órdago”, etc., centrados principalmente en la historia de la comarca de Martos y en el papel de las Órdenes Militares en el Alto Guadalquivir. Ponente y comunicante en diversos congresos nacionales e internacionales. Actualmente realiza su tesis doctoral centrada en el estudio de la encomienda calatrava de la Peña de Martos entre los siglos XIII al XV.

                Entre los cargos y sociedades a los que pertenece están el de: Presidente de ASCUESJA, Secretario de ACISUR, Socio de la Sociedad Española de Estudios Medievales (SEEM) y Cronista Oficial de Jamilena. Profesor y director de dos cursos virtuales sobre fuentes documentales históricas que anualmente organiza la Asociación de Amigos del Archivo Histórico Diocesano de Jaén.

 "Vista de una de las esquinas del castillo de Torredonjimeno. En los salones superiores tendrá lugar la conferencia" (Foto: Órdago)

Cassia: Otra vez en nuestra localidad, amigo José Carlos. ¿De qué nos vas a hablar en esta ocasión?

J.C. Hablaré sobre la evolución de Torredonjimeno durante el periodo bajomedieval, cómo surge el núcleo y cómo va a ir evolucionando en torno a su castillo. Además, intentaré dar a conocer la importancia que el núcleo tuvo en el siglo XV, ahora que tan de moda está ese siglo con la serie “Isabel”, en la que se omiten muchos capítulos que tuvieron con principal escenario Torredonjimeno.

Cassia: ¿Se sabe algo nuevo sobre la antigüedad u origen del Castillo de Torredonjimeno? Quiero recordar que en tu libro “Martos y su comarca en la Baja Edad media” hablabas de tres teorías comúnmente aceptadas sobre los orígenes de la fortaleza tosiriana. La Almohade, de Lizcano y Ortíz, la Medieval de los hermanos Castillo Armenteros y la propia tuya que adelantabas en tu trabajo. ¿De qué fecha aproximada es la construcción del castillo? ¿Se ha corroborado tu teoría con el paso de los años?

J.C. Efectivamente, mi teoría es partidaria de que Torredonjimeno como tal surgió en la segunda mitad del siglo XIII, posiblemente como una torre feudal que después pasó a manos de la Orden de Calatrava finalizada dicha centuria. Dicha hipótesis creo que es la plausible, y espero que futuras campañas arqueológicas en el castillo puedan corroborarla, ya que por desgracia las fuentes documentales que tenemos sobre el periodo son escasísimas.

Cassia: De todas formas, para que la gente nos entienda, el hecho de que el castillo tenga una fecha determinada eso no quiere decir que no existiese una alquería o una población anterior en el mismo asentamiento. Queremos decir, ¿es posible que antes de que se levantase el actual castillo ya existiese una torre o alquería en el lugar?

J.C. Es posible, aunque para ello habría que hacer una excavación arqueológica a fondo del castillo. No obstante, la estructuras que se hallaron en su día no nos revelaban la existencia de un castillo o torre almohade. Si es cierto, que fueron hallados restos cerámicos de época islámica e incluso romanos, pero ello no quiere decir que en su solar hubiese una fortaleza o yacimiento importante como sí lo fue Benzalá. Si hubo asentamiento fue muy efímero y poco importante. En las propias fuentes documentales de mediados del s. XIII, podemos verificar incluso ello al no hacerse referencia a Torredonjimeno y sí hacerse a otros lugares de la geografía tosiriana como Benzalá, la torre de Cerro Carnicero o la torre de Gil Alonso, hoy desaparecidas.

Cassia: ¿Qué importancia defensiva crees tú que tendría el Castillo de Torredonjimeno en el s. XII y XIII? ¿Puede ser el de controlar el puentazgo de San Sebastián, paso importante para las mercancías y personas en la época?

J.C. Creo que sí. Hay que tener en cuenta que el entorno de Torredonjimeno, era por aquellos siglos parte de la nueva frontera que se había creado con el reino de Granada, y dicho territorio era un elemento clave para contener y expandir dicha frontera, además de un lugar de paso obligado entre las mercancías que iban desde Jaén a Córdoba o Granada.

Cassia: Desde la Revista Órdago nos hacíamos eco de la tradición oral y datos históricos transmitidos por el antiguo Cronista Oficial de Torredonjimeno D. Juan Montijano Chica (q.e.p.d.) y a la teoría de que fuese el caballero e infanzón Ximeno de Raya el que diese nombre a la localidad. Así lo hizo Manuel Fernández en el nº 4 de la revista del año 2000, y creo que tú, además, encontraste en planos antiguos de la Iglesia de San Pedro los enterramientos o capillas de los Raya. ¿Se ha averiguado algo últimamente sobre el origen o topónimo de la localidad?

J.C. Soy partidario de la teoría de Manuel Fernández, ya que por el momento permite cubrir muchos vacíos históricos que poco a poco se van rellenando y enriqueciendo con la aportación de nuevas fuentes documentales. No obstante, a no ser que el futuro nos aparezca la “piedra Roseta” que descifre este enigma, dicha teoría es la que más se acerca. Así mismo, creemos que está contrastada con la presencia del linaje de los Raya en una capilla de la antigua iglesia de S. Pedro y en el Torredonjimeno del s. XVI, siendo uno de los que aporta parte de su dinero para emancipar Torredonjimeno de Martos.


"Vista del foso y parte de la muralla del castillo" (Foto: Órdago)

Cassia: Ya en la época calatrava de la fortaleza ¿Qué nos puedes decir sobre ese periodo?

J.C. Sobre ello hablaré largo y tendido en mi conferencia del próximo viernes. Sin embargo, hay que decir que la época clave que marcará la historia del castillo será el siglo XV, ya que en el asistermos a cómo el mismo va a sufrir varias reformas estructurales, todavía hoy visibles. Reformas que estuvieron motivadas por su uso palatino y por su papel militar como centro de operaciones durante la guerra civil que hubo durante el reinado Enrique IV de Castilla.

Cassia: ¿Algo nuevo que quieras decirnos?

J.C. Simplemente, animar a la gente a que asista a la conferencia, en la cual podrá conocer el origen de su pueblo y la importancia que este tuvo en época medieval. Y decir que para aquellos que quieran profundizar más en el tema llevaré ejemplares de mi libro “Martos y su comarca en la Baja Edad Media” para el que quiera comprarlos y que se los firme.


Muchas gracias por tu tiempo amigo José Carlos y te esperamos el próximo viernes en el Castillo de Torredonjimeno a las 20:00 horas para escuchar y aprender un poco más sobre nuestro pasado e historia de Torredonjimeno.

sábado, 30 de agosto de 2014

CARLISTAS EN CAMBIL

Juan Banqueri Salazar, oncólogo
y dirigente de la Comunión Tradicionalista de Almería
JUAN BANQUERI SALAZAR, MÉDICO Y DIRIGENTE DE LA COMUNIÓN TRADICIONALISTA DE ALMERÍA 

 
 
Por Manuel Fernández Espinosa
 
 
 
Quiero agradecer cordialmente a D. Rafael Galiano Puy la colaboración que me ha prestado para este artículo, como la autoridad historiográfica que es para Cambil y su comarca.
 
 
 
 
 
En la línea marcada desde nuestro número primero de la revista impresa ÓRDAGO, seguimos exhumando del olvido a eminentes carlistas no ya de Torredonjimeno, sino del Reino de Jaén. En este caso presentaremos a uno de los tradicionalistas más activistas de la primera mitad del siglo XX: D. Juan Banqueri Salazar.
 
D. Juan Banqueri Salazar nació en Cambil el año 1896, hijo único del matrimonio formado por D. Francisco Banqueri Sánchez y doña Elisa Salazar Puerta. Su madre murió cuando él tenía un año y su padre se casó en segundas nupcias el año 1901 con su cuñada, doña María Ángeles Sánchez Puerta. Nuestro D. Juan Banqueri Salazar estudió medicina, colegiándose el 11 de noviembre de 1923. En 1921 se había casado con doña Catalina García Santaella, natural de Montefrío. El matrimonio Banqueri-García tendría cuatro hijos: Elisa, Francisco, Natividad y Ángeles. Por motivos profesionales, D. Juan se estableció en Almería, donde el año 1925 lo vemos pertenecer al Servicio de Beneficencia Domiciliario. Se había especializado en oncología y colaboraba con sus artículos políticos en varios periódicos católicos como "La Independencia". Juan Banqueri formaba parte de la Tertulia de los Médicos, la cual tenía su sede en el Café Colón, pero aunque su vida transcurría en Almería, Banqueri seguía estrechamente relacionado con su pueblo natal Cambil. Parece que la militancia política de Banqueri fue una constante en su vida, pero con la llegada de la II República española Banqueri, consciente de los atropellos y el totalitarismo marxista que pretende imponerse en España, redobla su activismo y así lo vemos intervenir como orador, según informan notas de prensa de la época, en la sede del Círculo Tradicionalista de Cambil en la velada del 16 de noviembre de 1935, compartiendo cartel con Melchor Ferrer, Ginés Martínez y Antonio Garzón que era el jefe provincial de los tradicionalistas de Jaén.
 
Cuando llegó la hora del alzamiento Juan Banqueri y el falangista Pérez Cordero eran de los principales agentes de la sublevación en Almería. Pérez Cordero era el contacto del General Saliquet en Almería. En la víspera del Alzamiento Nacional, llegó el mensaje en clave de Saliquet: "Pura gravísima; la operan inmediatamente". Era la consigna de movilización a todos los grupos políticos implicados en la conspiración cívico-militar. Banqueri Salazar se desplazó hasta Cambil, para preparar la sublevación en Jaén, pero en Jaén no prosperó el Alzamiento, entre otras cosas por la indecisión del Teniente Coronel D. José Villagrán Ganzinotto. El caso de José Villagrán Ganzinotto podría formar parte de los "enigmas históricos". Villagrán era capitán de la caja de reclutamiento de Jaén cuando estalla el Alzamiento Nacional aquel 18 de julio de 1936 y era miembro de Falange (pero permítasenos el chiste: la Falange para él era como una sociedad secreta, pues su militancia no era pública). Cuando se produce la sublevación D. José Villagrán Ganzinotto, por extraño que parezca -aunque es falangista clandestino- no toma la resolución de alzarse, sino que haciendo uso de su mando sofoca a los militares, guardia civiles y carabineros que pujan por la sublevación. Por esta "lealtad" al gobierno republicano, éste lo asciende a Teniente Coronel. En enero de 1937 lo vemos ingresar en la CNT y tuvo bajo su mando a la 89 Brigada Mixta del Ejército Popular que actuaba en el frente jiennense. La rebelión en Jaén no tuvo éxito y Villagrán Ganzinotto fue uno de los máximos responsables del fracaso del Alzamiento Nacional en Jaén, con lo que ello trajo consigo: todas las represalias, el vandalismo y el genocidio religioso que la milicianada perpetró impunemente.

Juan Banqueri Salazar había venido desde Almería a Cambil, para fomentar la sublevación en Jaén, pero -como tantos otros que anhelaban alzarse- Banqueri no contaba con el "factor Villagrán", fue por eso que él y un falangista venido de Madrid fueron presa fácil para sus vecinos republicanos que conocían sobradamente quién era Banqueri y cuales sus posiciones políticas que nunca mantuvo en secreto. El alcalde socialista cambileño, D. Antonio Montoro (por cierto, este alcalde socialista era tío-abuelo del actual Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas del Partido Popular, Cristóbal Montoro Romero) puso a Banqueri y al falangista que se llamaba Manuel López Aguilar en la cárcel. El 28 de agosto de 1936 llegó a Cambil un grupo de milicianos procedentes de Torredonjimeno. Este grupo estaba bajo el mando del tosiriano Damián Contreras Moreno, Teniente de Infantería del Ejército de la II República. Se entiende que el teniente Damián Contreras reclama a los presos políticos que tiene encarcelados el alcalde de Cambil, éste se opuso a entregar a los que eran vecinos de Cambil, pero al falangista y a Banqueri (que venían de fuera) se los entregó, por no saber lo que podían haber hecho fuera de su competencia. Damián Contreras Moreno y sus milicianos se contentaron con los dos presos políticos y, sin juicio ni más trámites, fusilaron ese mismo día al médico tradicionalista y al falangista en el término de Iznalloz. Manuel López Aguilar murió con un: "¡Arriba España!" y Juan Banqueri Salazar murió proclamando: "¡Viva Cristo Rey!".
 
Al finalizar la Guerra Civil, Damián Contreras Moreno cayó prisionero del ejército nacional, se le instruyó un proceso y, aunque Damián Contreras era miembro de una acaudalada familia de Torredonjimeno y por más que estaba vinculado por parentesco con muchos eminentes oligarcas locales de adscripción franquista, nada de aquello pudo salvarlo: Damián fue condenado a muerte y ejecutado en Córdoba. 
 
Uno de los documentos del expediente relativo a Damián Contreras Moreno,
responsable (si no ejecutor) del asesinato de Juan Banqueri Salazar y un falangista en Cambil.
   
 
 BIBLIOGRAFÍA:

-Rafael Galiano Puy, "Genealogía en Cambil durante los siglos XIX y XX (I)", Revista de Estudios sobre Sierra Mágina.

-F. Giménez Fernández, "Aquella Almería", Obra Cultural del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Almería, Almería, 1975.

-Rafael de haro, "Testigo de su Fe. Biografía de Manuel Medina Olmos", Bac Popular, Madrid, 1993. D. Manuel Medina Olmos fue Obispo de Almería, martirizado el 30 de agosto de 1936 en el Barranco de El Chisme, a 20 kilómetros de su sede episcopal.

-Juan Pedro Cortés Camacho, "La Epopeya Silenciada", edición del autor, Martos, 2010. D. Juan Pedro Cortés es hijo del heroico Capitán D. Santiago Cortés González, defensor del Santuario de la Virgen de la Cabeza.

-Varios números de la hemeroteca del ABC.

-Causa General.

 
 
 


miércoles, 30 de julio de 2014

TORREDONJIMENO, LUGAR DE DESTIERRO



"D. Atanasio Aleson. Senador y militar español"

Luis Gómez

En la década de los años 40 del s. XIX, la situación política en España estaba algo revuelta. Con una Reina Isabel II ya mayor de edad (en 1843 tenía sólo trece años, pero se la declaró capaz para gobernar) se terminó con la regencia de Espartero y la madre de la reina, Dª María Cristina, viuda del nefasto rey Fernando VII. Tras la dimisión de Baldomero Espartero, Asumió el poder de la nación otro “espadón” militar, Narváez. Fue bajo su mandato cuando se intentó reformar la antigua constitución de 1837 suceso que daría lugar en 1845, con la promulgación de la nueva constitución española. Había serias reticencias sobre este proyecto por parte de los progresistas, que en febrero y marzo del año 1845 realizaron varias revueltas por la nación, obligando al gobierno a tomar serias medidas.
En esa tesitura, un personaje de la talla del Senador y militar español como fue D. Atanasio Aleson, es el encargado de poner algo de orden en todo estos asuntos de las revueltas.
Muchos empresarios, menos partidarios de Narváez y de su gobierno y si del radicalismo político que les había aupado al poder y al negocio, se dedicaron a financiar y suscitar revueltas populares, generando todo tipo de trabas al gobierno establecido. Este tipo de personajes, capaces de sobornar la voluntad popular mediante la compra de concejales o encargados de ofrecer dinero ( dinero generado con sus explotaciones, y obtenido en no muchas ocasiones merced a sus amistades con determinados políticos corruptos) servía para obligar el cambio político que les favoreciese y les permitiese otra vez estar en lugar de preferencia. Eso era algo corriente en esa España del XIX (y nos atreveremos a decir, que algo que no ha desaparecido ni mucho menos en el s. XXI).
Según la noticia que rescatamos de la prensa antañona, Aleson parte de Granada camino de Valladolid, pero ha dejado allí órdenes de que sean desterrados de Almería dos empresarios y hombres importantes en su entrono, los cuales se dedicaban a lo que más arriba habíamos apuntado. Uno de ellos, es el señor Fernando Seisuagre, que se le destierra a la jienense  localidad de Cambil, y el otro, el señor Laureano Llanos (Una biografía de dicho personaje se puede obtener aquí) cuyo destino de destierro era nuestra localidad, Torredonjimeno.

Dice así la noticia:
GRANADA 25 de febrero.

Antes de ayer salió do esta capital el Excmo. Sr. D. Atanasio Aleson, con dirección á Valladolid, de cuyo punto se le trasladó á esta ciudad de cuartel. Mucho es el aprecio quo á tan firme, como buen patricio se lo tributa por este pueblo sensato y liberal, y mayor lo hubiese significado el mismo, si la escuadra de polizontes que le cercaba no hubiera sido un obstáculo, y de esto pudieran haberle formulado cargo para perseguirle; sin embargo, tanto el general Aleson, como el brigadier Rodríguez, pueden estar seguros que el pueblo granadino les tributa el elogio que merecen las víctimas del sanguinario gobierno que rige los destinos de esta desafortunada nación.
Este Excmo. Capitán general, en vista de las facultades omnímodas que le tiene conferidas el gobierno, ha desterrado gubernativamente á don. Fernando Seisuagre y don Laureano Llanos, ambos de Almería, al primero a Cambil, y al segundo á Torre don Jimeno, pueblos de la provincia de Jaén, esto no obstante después de haber salido absuelto de la causa que como los conspiradores so les formó.
Está visto que no abundan la marcha de ilegalidades y violencias quo con su venida á España inauguraron, por ser esta la única que podrá prorrogar un poco más su tiránica dominación. La conducta observada por los ministros con motivo del sentido artículo que en su liberal periódico insertaron en el número 12 de este mes, ha escandalizado á todos los hombres de bien, y no menos la del ilustrado fiscal de imprenta. La pluma se nos cae de las manos al ver tanta miseria en los gefes del estado de la nación española"

 "Doña Ana de Mendoza, "Princesa de Éboli" . Mujer intrigante y amante del secretario de Felipe II D. Antonio Pérez"

No es esta la única vez que nuestro aparecido Torredonjimeno es escogido por los gobernantes de turno como lugar de destierro. D. Gregorio Marañón ya apuntó en su magna biografía sobre Antonio Pérez que en el s. XVI, bajo el reinado de Felipe II, Torredonjimeno, y más concretamente el monasterio de MMDD fue uno de los lugares elegidos por el Duque de Medina Sidonia y el Secretario de Felipe II, Mateo Vázquez como un posible y apropiado lugar donde desterrar a Dª Ana de Mendoza: “… en otro cualquier lugar de Andalucía, especialmente en un monasterio que hay en la villa de Torre don Jimeno, junto a Jaén, que es muy principal y de gran recogimiento…” (Véase artículo “Nobleza Tosiriana… La noble casa de Padilla” FERNÁNDEZ ESPINOSA, M, Revista Cultural “Órdago” n 5, julio 2000, pp. 7-10)


"Detalle del arco superior de la entrada principal de la iglesia del Convento de Nª Sra. de la Piedad de MMDD de Torreodnjimeno"

viernes, 25 de julio de 2014

UN CUENTO DEL TOSIRIANO JAIME GÓMEZ CRUZ EN LOS AÑOS 30 DEL S. XX

 "Portada del Nº 0 de la Revista Cultural Órdago de Torredonjimeno en agosto de 1998"

Luis Gómez

            En el ya lejano año de 1998, los miembros de la Asociación Cultural Cassia editábamos el primer número de la Revista Cultural de Torredonjimeno “Órdago . Uno de los artículos que ilustraban dicho ejemplar era el que llevaba por nombre: “Gómez y su expedición”, que nos narraba las peripecias e itinerarios que realizara uno de los hijos más ilustres de Torredonjimeno, el general de la I Guerra Carlista D. Miguel Gómez Damas. El texto estaba extraído de un trabajo periodístico que sobre dicho personaje había realizado el no menos genial D. Pío Baroja.  Al final del artículo, los redactores de la Revista Órdago insertamos una pequeña reseña junto con la transcripción de una carta que, otro tosiriano, D. Jaime Gómez Cruz, escribía al autor del artículo “Gómez y su expedición”, en la cual, además de expresarle su agradecimiento por el trabajo realizado, le informaba sobre la partida de bautismo del tosiriano general, dato que por lo visto D. Pío Baroja desconocía.



 "Portada del diario La Estampa, donde el escritor vasco D. Pío Baroja publicase su trabajo sobre el itinerario de la expedición del carlista tosiriano D. Miguel Gómez Damas"

D. Jaime Gómez Cruz era descendiente del General Gómez, y además gozaba de cierto espíritu investigador y literario, habiendo realizado colaboraciones en diferentes diarios y periódicos nacionales, así como en los locales. Este relato en cuestión data de 1932 y un año después, sería cuando escribiría la carta a D. Pio Baroja.
            En relación con el relato, hemos de decir que se trata de una invención. Es cierto que se apoya para la construcción de la historia sobre algunos aspectos históricos concretos (el nombre antiguo de la localidad, Tossiria, el lugar donde se refugian los agarenos, Tucci, el caballero D. Ximeno de Raya, como alcaide de la fortaleza, etc) siendo ficticios todo lo demás.
            Lo que viene a realizar es la yuxtaposición de ciertos datos reales pero no lineales en el tiempo. Por ejemplo, es cierto que la casa ducal de los Abrantes tenía posesiones en la localidad, pero es de dudoso crédito que vendiese una biblioteca llena de documentos de cuantioso valor en almoneda en la Torredonjimeno (D. Jaime hace este suceso acaecido en la localidad imaginaria de Torresol, plenamente coincidente con su natal Torredonjimeno). Al mismo tiempo, parece ser que el autor del cuento hace coincidir dos circunstancias históricas ciertas, pero lejanas en el tiempo, que son la del rapto de las doncellas Juana Y María, hijas del alcaide de la fortaleza, con la captura del castillo de Torredonjimeno por D. Ximeno de Raya, hecho éste que es muy anterior en el tiempo. En fin, que como relato de entretenimiento o como curiosidad es válido, pero poco más. No obstante lo traemos a esta bitácora, para rendirle un homenaje a un paisano, que en años tan tempranos como la década de los 30 quiso llevar la historia de la localidad más allá de sus fronteras naturales. Por otra parte, es admirable el uso del lenguaje del autor, el cual se demuestra muy versátil y culto para la época.  

"D. Jaime Gómez Cruz, autor del relato. (Foto: Órdago)"

Dice así el relato: 
"CADA DÍA UN CUENTO
DON XIMENO DE RAYA
Por Jaime Gómez Cruz

A mi  querido amigo D. Alonso
Molina Talero, excelente poeta.

Hojeando un día la prensa semanal de Torresol, pueblecito andaluz del más claro abolengo hispano. hallóme con la noticia de que la testamentaria de un fenecido noble ponía a subasta la biblioteca ducal, existente en el mismo pueblo. De la genealogía del fallecido dueño colegí que la riqueza bibliográfica puesta en venta sobrepasaría su valor intrínseco al estipulado adrede por los testamentarios. Y, sin andar con rodeos y circunloquios pueriles, adquirí la biblioteca. Es una consumada colección de códices miniados, libros raros y algún que otro papiro de procedencia hebraica, y que guardo con el amoroso deleite con que suele adorarse la mujer cautiva de nuestro corazón.
Y, en efecto, entre las páginas amarillentas por el tiempo de un códice miniado, hallé un pergamino escrito en donoso romance, de tan incalculable mérito, que muy pronto se divulgó por Torresol la noticia del hallazgo, por tratarse de la auténtica historia del pueblo, compuesta por un tal Per Solís, ballestero que fué de la mesnada de Don Ximeno de Raya, caballero de la Orden de Calatrava. Esto, y la historia de amor y heroísmo que desenvuelve el relato, me hicieron que encargase hacer de ello un comentario o versión moderna al director de la "Gaceta de Torresol", amigo mío y excelente prosista.
 A modo de primicias, me ha deparado mi amigo un bosquejo de su trabajo, con variación temática que no titubeo en exponer al lector, de cuya Paciencia soy único responsable hasta la médula y lo indiscreto.

Torresol, un tiempo llamado Tossiria, era durante el medievo un villorrio con trazas de ciudadela. Las huestes mahometanas que lo poseyeron encauzaron el rumoroso rio que lame sus aledaños convirtiendo las cercanías, entonces de infecundo erial, en una vega umbrosa donde el agua de las cantarinas acequias tejía el ritmo ondulante de su música con la poesía de égloga de las frondas, susurrantes, al suave vientecillo primaveral, y entre un florilegio de sazonados aromas y piar de pájaras de luminoso plumaje; era Tossiria un pequeño trasunto de la Arabia, idealizada a través de sus poetas. La paz paradisíaca del lugar turbóse un tanto al embate fecundo de la castellanía, que en su epopeya de reconquista recuperó a Tossiria. Pero he aquí que la morisma, envalentonada con la confianza guerrera de los castellanos, se aprestó al asalto de la ciudadela con el ímpetu y coraje que caracteriza a las hordas de Alá. Ya el asedio de la ciudadela era insostenible por parte de los castellanos, al extremo de llegar éstos a pedir con insistencia refuerzos. Enardecidos los defensores de la fortaleza, multiplicaron como leones su valor, mas tal era el bélico ardimiento del enemigo que muy pronto, y a la hora en que el nuevo día resurge en un triunfo de luz de las tinieblas, caía el villorrio en poder de los infieles. Entregáronse al pillaje, cual es peculiar de la indolencia árabe cuando se desata en el frenesí de su ambición de riquezas, y, mientras la hoguera de la devastación prendía voraz con su penacho de humo, rodeando siniestramente el castillo roquero, y gemían las rubias doncellas secuestradas, maldiciendo de su fortuna los bravos soldados cristianos, en tanto que oraban en el templo en ruinas los piadosos creyentes ungidos en su oración del divino de la fe, oyóse por el nordeste de la villa como un atuendo formidable de atambores, galopar de centauros y vibrar de sonoros clarines. Por un momento, el estertor del saqueo enmudeció al ruido magno del brioso ejército castellano, que al mando de don Ximeno de Raya se aproximaba mensajero del auxilio.
Las tropas islámicas, como era presumible, le opusieron combate; pero adelantóseles en la táctica don Ximeno, y tras varias horas de épica lucha diezmó a sus adversarios, en gesta sólo comparable a las Navas de Tolosa. Todo el sagrado entusiasmo del héroe, toda la gama de felices auspicios que aureola de ensueño el ánimo esforzado de los grandes hombres, se disipó como por ensalmo al tener noticia don Ximeno que las falanges árabes habíanse llevado en su precipitada huida a Rusnilda, su prometida, hija del alcaide Melchor de Luna. Blasfemó la impiedad salvaje de los enemigos, y juró por la santa cruzada que él habría de rescatar al ser querido así que el oriente se solidificara en un muro de acero cerrándole el paso a su incontenible audacia. Fué don Ximeno nombrado alcaide en premio al notable hecho de armas, y al mismo tiempo que se reconstruía del incendio la fortaleza dispuso lo necesario para asestar un golpe de mano a los sarracenos, hechos fuertes en un inmediato lugar llamado Tucci, que regía el terrible valí Osman ben-Himieya. No dice nada Per Solís, el trovador anónimo, acerca de cómo efectuó don Ximeno, por brazo de su presteza y denuedo, el desagravio, pues se pierde el hilo del poema en esta sazón, de importancia suma para la comprensión y merecimiento de la gesta admirable. Salta el discurso del romance al trance lúgubre de retornar la expedición armada a Tossiria, escoltando en silencio el cadáver mutilado de Rusnilda, y casi desfallecido de dolor el acendrado don Ximeno. Ello indica que la proeza se perpetró victoriosa contra los agarenos, y que éstos, con el instinto sanguinario y cobarde de su derrota, se ensañaron cruelmente con la cautiva, dejando su cadáver como un trofeo trágico a los vencedores. Per Solís dedica una elegía a las pomposas exequias que se celebraron por la rescatada infelice, y nos describe el hondo trastorno que su desgracia operó en el alma del alcaide. Encerróse en el castillo, cual monje enclaustrado, y pronto la superstición popular tejió alrededor del cuitado una leyenda de maleficio, diciéndose por la villa que el espíritu de Rusnilda rondaba agorero a altas horas de la noche el castillo enhiesto, consumiendo de miedo y remordimiento la vida atormentada de don Ximeno, y todos –concluían- por no haber sabido éste impedir, con la falta de rapidez en el auxilio, el secuestro de la linda dama de sus amores, de rubia cabellera y candorosa hermosura. Mentía el vulgo, por cuanto que evidente fue la dureza con que castigó a los infieles, recuperando, aunque dolorosamente mutilado, el cuerpo de la bien amada, y si deshojaba sus mustias ilusiones en la profunda melancolía de su tristeza, no era para menos al perder para siempre el grato delirio de su vida. ¿Pero fué debidamente identificado el cadáver de Rusnilda? ¿Teníase la certeza de su muerte? Pasados los primeros días del sobrecogimiento, y alejada ya de su mente el espectro de una posible locura, entregóse don Ximeno a la obra civil de regir con tesón caballeresco la vida política de la villa en espera de poder redimirse con el tiempo y mansedumbre de conducta de su malhadada obsesión. Y en esta coyuntura en que sus afanes se debatían abnegadamente en pro de hacer imperecedera su memoria al decurso de las generaciones y de los siglos venideros, surgió de las tenebrosidades del olvido la luz rutilante de la bienaventuranza en forma de una aparición viviente y feliz de la que tanto adoró en vida y lloró en su muerte. Un día recibió emisario del valí de Tucci comunicándole la fausta nueva de vivir para su merecimiento y rescate una princesa cristiana, si no por el privilegio de la sangre, por su bondad y hermosura; expresado que le fué a don Ximeno el nombre de Rusnilda, su esperanza y contento no tuvo limites. Señalóse una fuerte suma para el rescate, y sin más dilaciones fuéronse los emisarios, al anochecer de cuyo día tendría el alcaide el mejor regalo para sus ojos y la augusta quietud para su alma. Entre las tintas rojas del crepúsculo avistóse la morisca comitiva. Relucían a la luz desfalleciente de la tarde las gumías de damasquinados puños y las rodelas de arabescos dibujos, y entre la albura plácida de los turbantes y entre el acompasar suave de las enjaezadas cabalgaduras deslizábase la cadencia oriental de una canción de gesta africana, suavemente melódica, a los acordes de dulzainas y chirimías. Fuera de las murallas de Tossiria esperaba don Ximeno, y, fuese por la ansiedad de su amor o por un prurito de caballeresca usanza, se adelantó al brioso impulso de su corcel a recibir en los brazos la preciada joya de su orgullo. Al instante, un torbellino de batalla se generalizó por el campo, que florecía primaveral, y en tanto que corrían presurosos a defender al alcaide los guerreros castellanos, veíase cómo el robusto brazo de don Ximeno asestaba terribles golpes de mandoble entre sus enemigos, y si la victoria coronó el heroísmo derrochado haciendo huir a los traidores, no se pudo evitar que el caballeroso don Ximeno cayese herido de muerte; pero fué rescatada Rusnilda, y ya muy poco le importaba a él su agonía, lleno como estaba del misticismo de la época y de la sagrada dulzura de haberse sacrificado por su bien. "

jueves, 24 de julio de 2014

TORREDONJIMENO Y LOS CURAS: REVUELTAS EN LA LOCALIDAD POR NO DEJAR DAR MISA A UN SACERDOTE NATURAL DE LA VILLA.


 "Don Luis María Salazar, párroco de Sta. María de Torredonjimeno"

TORREDONJIMENO Y LOS CURAS: REVUELTAS EN LA LOCALIDAD POR NO DEJAR DAR MISA A UN SACERDOTE NATURAL DE LA VILLA.
Luis Gómez


El próximo mes de agosto, la Parroquia de Santa María acogerá un nuevo párroco –D. Enrique Cabezudo Melero-, y nos dejará nuestro estimado D. Luis María Salazar, que tanto se ha hecho querer por su feligresía.
D. Luis ha sido llamado por nuestro actual obispo de la diócesis D. Ramón María del Hoyo, para que atienda otras tareas y para que asuma nuevas responsabilidades en la capital del Santo Reino.
Lo cierto es que aunque D. Luis ha pasado sólo unos pocos años entre nosotros, su cariño y su buen hacer, ha hecho que se gane y se granjee el afecto y el cariño de todos los tosirianos.
Al hilo de su inminente marcha, recojo esta curiosa noticia aparecida en la prensa decimonónica.
Se trata de cómo los tosirianos nos las vemos con el clero, en caso de que éste no esté por la labor…
En este caso en particular, parece ser que se trató de una algarada callejera, movida por los parroquianos (se supone que de la collación de San Pedro) en contra del prior de dicha Iglesia. El Sr. Poyatos, -prior de la misma- al parecer no cedió, durante la celebración del Oficio Divino, el puesto al sacerdote local, y eso parece ser que enojó bastante al vecindario, montando lo que coloquialmente vendría a ser un “pollo”. Todo, afortunadamente y según relata la noticia, quedó en algo pasajero y nada serio.
Sepa pues D. Luis María, que aquí en Torredonjimeno se le aprecia y se le quiere como si fuese uno más de nosotros, así que hágaselo saber a nuestro Obispo, para evitar futuros malentendidos.


"Iglesia de San Pedro de Torredonjimeno. Foto: Órdago"

Dice así la noticia del diario de finales de siglo XIX:

MOTÍN EN TORREDONJIMENO
(POR TELÉGRAFO)
Jaén 13 (5-40 t.).
Ha carecido de importancia el motín de la villa de Torredonjimeno. El prior Sr. Martínez Poyato  se negó á ceder el pulpito al sacerdote del pueblo, originándose con este motivo el alboroto. Las turbas apedrearon la casa del priorato, dando mueras. La guardia civil restableció el orden.
El gobernador eclesiástico ha concedido licencia para ausentarse al prior silbado.—
M, corresponsal.