martes, 8 de diciembre de 2015

LA PRIMERA PARROQUIA DEDICADA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN






NUESTRA PARROQUIA DE SANTA MARÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE TORREDONJIMENO


Manuel Fernández Espinosa



Una de las tradiciones que D. Juan Montijano de la Chica nos transmitía a cuantos tuvimos ocasión de compartir con él sus amenas y provechosas tertulias era que nuestra Sacra Iglesia Parroquial de Santa María de la Inmaculada Concepción era la primera iglesia parroquial que se erigió bajo la advocación de la Inmaculada Concepción.
 
Este pueblo que tan poco hace por reclamar sus glorias pretéritas tiene esto olvidado y, por eso mismo, será entonces que otras iglesias parroquiales de España reclaman ser la primera en ostentar el título de la Inmaculada Concepción. Aprovechando hoy la Festividad de la Inmaculada Concepción he echado un vistazo por la red, a ver lo que se decía por "ahí".
 
Encontré que la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción de Huelva pasa por ser presuntamente el primer templo dedicado a la Inmaculada Concepción. Indagando sobre el asunto que nos concierne encontré que, según la documentación onubense, en mayo de 1505 un señor, por nombre llamado Cristóbal Dorantes, otorgó sus casas para que se levantara sobre el solar la segunda parroquia de Huelva, dedicándose a Nuestra Señora de la Concepción. Las obras de su edificación comenzaron en 1515, construyéndose en estilo gótico-mudéjar. Pero por ningún lado encontré la fecha de su consagración. Nadie discute el laudable propósito del Sr. Dorantes que porfió en titular la iglesia bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, pero en Torredonjimeno nos adelantamos a su piadoso propósito.
 
Según D. Alfredo Ureña Uceda, "la primera noticia constatada sobre la necesidad de la construcción de esta nueva iglesia para acoger a la creciente población tosiriana se remonta a 1490", por lo que -si contamos la intención- ya le llevamos 15 años de ventaja a Dorantes y los onubenses.Las trazas del edificio de nuestro templo parroquial son mucho más antiguas que las del de Huelva. Nuestra iglesia se hizo en estilo tardogótico, con una participación más que probable de albañiles formados en las escuelas arquitectónicas de Europa: lo indican la factura de los nervios góticos, así como la apertura de la puerta mayor de la parroquia en la misma base de la torre campanario (elemento que podemos ver en la también gótica Iglesia Mayor de Ulm, Alemania) . Nuestra parroquia sería consagrada el 11 de octubre de 1529 por el teólogo tosiriano Sr. D. Diego de Calatayud, obispo dimisionario de las Islas Cícladas, que actuó en delegación del Obispo de Jaén de aquella fecha, D. Esteban Gabriel Cardenal Merino. 
 
Don Juan no sólo nos lo dijo por tradición oral, también lo escribió en su libro "Historia de la Ibérica Tosiria":
 
"Se da la circunstancia de que es la primera Iglesia Consagrada al misterio de la Inmaculada Concepción de María Santísima".
 
Muchos siglos antes de proclamarse el dogma de fe de la Inmaculada Concepción, definido en la bula "Ineffabilis Deus", de 8 de diciembre de 1854, lo mismo Torredonjimeno que Huelva pugnaban por extender la devoción con celo. Sabido es el litigio que se arrastró durante siglos a cuenta de la Inmaculada Concepción: los dominicos eran bastante reacios a proclamarla y sus más denodados defensores (tal el caso de Duns Scoto) fueron los franciscanos. En España prendió con un inusitado fervor el "inmaculismo" y por ello fuimos lós más acérrimos defensores de la Purísima Concepción.
 
Por eso, nuestro cronista franciscano del siglo XVIII, el Reverendo Padre. fray Juan Lendínez, todavía recordaba las coplas que en la villa se cantaban en loor de la Inmaculada Concepción, dejándonos estos cuatro versos de Miguel Cid (1550-1615), que son el testigo fiel de la adhesión incondicional de nuestros antepasados por este amabilísimo dogma:
 
 
TODO EL MUNDO EN GENERAL
A VOCES REYNA ESCOGIDA,
DIGA QUE SOIS CONCEBIDA
SIN PECADO ORIGINAL.
 
 
 
Sin embargo,

viernes, 2 de octubre de 2015

VI JORNADAS HISTÓRICO-CULTURALES "AUGUSTA GEMELLA TUCCITANA"

VI Jornadas histórico-Culturales“Augusta Gemella Tuccitana”
(Homenaje a Martín Ximena Jurado)

 
 
 
 
 
 

 
Nos complace comunicar a nuestros lectores que el sábado, 7 de noviembre de 2015, tendrá lugar en la Casa de la Cultura de Higuera de Calatrava la VI Jornada Histórico-Cultural "Augusta Gemella Tuccitana", organizada por la Asociación Cultural de Estudios Jamilenudos y con la que tiene el honor de colaborar nuestra Asociación Cultural Cassia de Torredonjimeno, entre otras asociaciones culturales de los pueblos hermanos de la comarca.
 
En esta ocasión el tema central será ARQUITECTURA Y URBANISMO EN LA COMARCA DE MARTOS. Se trata de un evento anual de considerable impacto cultural para la provincia de Jaén y, en concreto, para nuestra comarca calatraveña, gracias en gran medida al tesón de nuestro amigo D. José Carlos Gutiérrez Pérez, historiador y Cronista Oficial de Jamilena.
 
La comarca de Martos es un espacio en el que encontramos innumerables elementos arquitectónicos que arrancan desde época prerromana hasta nuestros días. Dichos elementos arquitectónicos, tales como castillos, iglesias, casas particulares, etc., los encontramos en muchas ocasiones organizados en torno a una red urbana que ha llevado a que sea muy compleja en base a las diferentes culturas y periodos que se han sucedido en este territorio.
 
Ante ello las presentes jornadas pretenden ofrecer un poco más de luz sobre dichos temas con el deseo de poder ir completando ese puzzle que todavía sigue siendo la historia de la comarca de Martos.

DIRECTOR
D. José Carlos Gutiérrez Pérez, presidente de ASCUESJA y Cronista Oficial de Jamilena.

SECRETARIO
D. Luis Morales Quesada.

TEMAS
Elementos arquitectónicos de carácter civil o religioso en diferentes periodos (castillos, iglesias, casas, ayuntamientos, etc.).
Lecturas interdisciplinares de los elementos arquitectónicos (arqueología de la arquitectura, ingeniería civil…)
Arquitectos naturales de la comarca de Martos o que dejaron su huella en la misma.
Evolución urbanística de los municipios de la comarca de Martos.
Propuestas de restauración y recuperación de edificios y espacios urbanos.
Comunicaciones de temática libre sobre historia de la comarca de Martos.

ALUMNADO Y COMUNICANTES:
Investigadores, profesores en activo, alumnos universitarios y demás público interesado en el tema o que quieran presentar comunicaciones centradas en la comarca de Martos o en otros lugares del resto de la provincia de Jaén y de España, que versen sobre el tema de las jornadas.

La Asociación de Estudios Jamilenudos certificará la participación en las jornadas de todos los participantes.

HORAS LECTIVAS:
20 horas (12 presenciales y 8 no presenciales). Las horas no presenciales se justificarán con la presentación de una comunicación a las jornadas o la entrega de un trabajo sobre las mismas.

PROGRAMA:
Lugar: Sala "Los Arcos" de Higuera de Calatrava, Pza. del Ayuntamiento.

Sesión de mañana:
9-10 horas. Entrega de documentación.
10-10,30 horas. Inauguración de las Jornadas y explicación del desarrollo de las mismas.
10,30-11,30 horas. I ponencia.
11,30-12 horas. Descanso.
12-13 horas. Lectura de comunicaciones
13-14 horas. II ponencia.
14-16 horas. Descanso

Sesión de tarde:
16-17 horas. Visita guiada por el casco histórico de la villa de Higuera de Calatrava.
17-18 horas. III Ponencia.
18-18,30 horas. Descanso.
18,30-19,30. Lectura de comunicaciones.
19,30. Clausura.

INSCRIPCIÓN:
Gratuita.
Enviar ficha de inscripción a: Asociación de Estudios Jamilenudos. Paseo Fuente Mayor, nº 4, 2º I. CP: 23658. Jamilena (Jaén); o a los e-mail: ascuesja@hotmail.com ó jocagutpe@hotmail.com


Entidades organizadoras:
Asociación Cultural y de Estudios Jamilenudos

Colaboran:
Excmo. Ayuntamiento de Higuera de Calatrava
Centro Guadalinfo de Higuera de Calatrava
Asociación Provincial de Cronistas Oficiales “Reino de Jaén”
Asociación de Cronistas e Investigadores Locales de la Sierra Sur de Jaén (ACISUR)
Asociación Cultural Cassia, de Torredonjimeno
Asociación de Amigos del Archivo Histórico Diocesano de Jaén.
.

lunes, 7 de septiembre de 2015

LA VIRGEN DE CONSOLACIÓN, LA VIRGEN DEL PARÁCLITO

Fotografía de la original
Sagrada Imagen de Nuestra Señora de Consolación,
desaparecida en 1936.


CONSIDERACIONES EN TORNO A LA ADVOCACIÓN DE NUESTRA PATRONA


Manuel Fernández Espinosa
 
 
En vísperas de la romería de Nuestra Señora de Consolación no quisiera que pase la oportunidad de considerar aquí el nombre que recibe la Virgen María en nuestra advocación local. Es algo a lo que tal vez estamos tan familiarizados los tosirianos que, muchas veces, se nos pasa por alto el profundo significado que se encubre bajo el nombre que María Santísima ostenta en su advocación de Consolación.

Sin embargo, aunque estamos familiarizados con su nombre de Consolación, notamos que este nombre mariano no es frecuente imponerlo a los niños que se bautizan en nuestras parroquias. Ya sabemos que eso de poner nombres de pila va últimamente por modas, pero constatamos que ha decaído bastante la costumbre de nombrar a las niñas tosirianas con el nombre de Consolación (buena forma de rescatar esto podría ser la de añadir el nombre de Consolación a los nombres de varón: José de Consolación, Antonio de Consolación...). Cuando se ha tenido la suerte de estudiar los libros de nuestros archivos parroquiales, tanto de la Iglesia Parroquial Mayor de San Pedro Apóstol como de la Sacra Parroquial de la Inmaculada Concepción de Santa María, puede verse que en otras épocas no era tan insólito como hoy lo parece que Consolación fuese el nombre de pila de las tosirianas.
 
Pero no es esta cuestión la que demanda nuestra atención. Lo que queremos es profundizar en el significado de "Consolación". La advocación como tal tiene un vínculo antiguo con la tradición de la familia espiritual agustiniana, como tuve ocasión de mostrar en el artículo LA SAGRADA CORREA DE SANTA MÓNICA Y SAN AGUSTÍN. En nuestra Diócesis de Jaén nuestra Virgen de Consolación no es la única que lleva este nombre, también podemos encontrarla en la Patrona de Castellar de Santisteban y, en Andalucía, la hallamos también en la Patrona de Utrera (Sevilla).

La talla original de nuestra Virgen de Consolación fue descubierta en 1458 y, hasta donde se nos alcanza, lo fue en una cueva; según lo recoge fray Juan Lendínez: "prezedió revelación del sitio en que estaba oculto su Divino thesoro; que fue a medio quarto de legua de la Población por su parte Occidental. Cabaron en el sitio, y hallaron en una cueba subterránea la ymagen Sagrada" (transcribo el pasaje respetando la grafía de fray Juan Lendínez).
 
Fray Juan Lendínez no ofrece una explicación de las razones que justificarían que se eligiera la advocación de Consolación, pero dice: "con su hermosísimo rostro llenó de Consolación los corazones christianos... en esta sagrada Imagen tienen los fieles de la Villa el recurso para todas las aflicciones de la vida; como los Pueblos vezinos, esperimentando el Divino favor. Creese ser esta Sagrada Imagen una de las que ocultaron los christianos muzárabes en el año de 1124, en que pasaron al destierro de África".
 
No sabemos la razón por la cual nuestros antepasados escogieron el nombre de Consolación. Según apuntan algunos la Virgen se denominó en un principio Virgen de la Cueva (pero ignoramos la fuente en que se basan para esto, pudiendo ser transmisión oral). También hubieran podido escoger el nombre de Visitación, dado que -como pude mostrar en las páginas de ÓRDAGO- la fiesta de Nuestra Señora de Consolación se celebraba por el día de la Visitación, como así se desprende de los frescos góticos que hoy pueden verse, muy deteriorados por desgracia, en la actual sacristía que fue la ermita primitiva y consta, en los libros parroquiales, que todavía en el siglo XVIII referían nuestra Virgen de Consolación a la Festividad de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Lo que merece destacarse es que muy tempranamente se impone la advocación de Consolación, relegando -en caso de haberse llamado así en su origen- el que pudo tener de Virgen de la Cueva y no sabiéndose que jamás se llamara de la Visitación. Para explicar que se denominara Consolación se alude a que así la llamaron por hallarla como "consuelo" en las mortandades que producían las epidemias y las guerras del siglo XV. Pero, como digo, poco se puede tener claro en esta cuestión.
 
Consolación deriva del latín "consolatio, -onis" y su significado es "acción y efecto de consolar" y, etimológicamente, el verbo "consolar" ("consolari" en latín) puede analizarse en su origen indoeuropeo: "con-" que es un prefijo que indica unión y "solari" que viene a significar "favorecedor". Tampoco habría que descartar que en "solari" podemos descubrir la presencia de la palabra "sol". Los herejes cátaros tenían un sacramento que se denominaba "Consolamentum" y algunos de los estudiosos de este fenómeno han propuesto la etimología de "con el sol".
 
Sería el filósofo Boecio (nacido en Roma aproximadamente el año 480 y ejecutado en Pavía allá por el 524 o el 525) el que en prisión redactaría uno de los libros que incluirían el nombre de Consolación: el "De consolatione philosophiae". En este libro, su autor nos presenta a la Sabiduría que se le aparece para aliviarle en la tribulación que padece en la cárcel. "De consolatione philosophiae" es un libro muy solicitado a lo largo de todas las épocas y León XIII llegó incluso a aprobar el culto que en Pavía se le profesa a Boecio como mártir de la fe cristiana. El "De consolatione philosophiae" debiera ser considerado como una de las inspiraciones para denominar a la Virgen María como Consolación, en virtud de corresponderle a Ella el título de "Sedes sapiéntiae" (Trono de Sabiduría) como se le invoca en la Letanía Lauretana. Cristo, Sabiduría Encarnada, tiene en la Virgen María su Sede, su Trono. También, en dicha Letanía Lauretana, se la invoca a María como "Consolátrix afflictórum" (Consoladora de los afligidos).
 
Pero para entender el profundo significado de la Virgen en su advocación de Consolación tenemos que ir sin ninguna duda al Espíritu Santo.
 
La tradición bimilenaria de la Iglesia ha otorgado al Espíritu Santo algunos nombres que la teología llama "apropiados", como son: Espíritu Creador, Huésped del Alma, Sello, Unión, Beso, Fuente Viva, Fuego, Luz Beatísima, etcétera... y uno de los primeros y más acrisolados que se dan, en el mismo Nuevo Testamento, es el de Espíritu Paráclito. Es el mismo Jesucristo Nuestro Señor el que lo llama así, como puede comprobarse en Juan 14, 16 y 26; 15, 26; 16, 7. Aunque muchos teólogos han interpretado "Paráclito" como maestro por decirnos Jesucristo: "os enseñará toda verdad" (Juan 14, 26), "Paráclito" es en griego "Parakletos" que significa lo que en latín "Consolator"... Espíritu Consolador. Tenemos así que es el Espíritu Santo, fuente de toda sabiduría y consuelo, el que está operando a través de María Santísima en su advocación de Consolación.
 
Desde los orígenes de su segunda época, desde el hallazgo de la Virgen de Consolación en 1458, ésta devoción condensa tres grandes misterios teológicos:
 
-Fue descubierta en una cueva, muy posiblemente -como apunta fray Juan Lendínez- ocultada por los mozárabes que fueron duramente reprimidos tras la expedición de Alfonso I el Batallador (véase mi conferencia: LA RECONQUISTA PERMANENTE). Como imagen sagrada de la Madre, Nuestra Señora de Consolación nos remite a la Mater Telúrica, con un profundo sentido religioso de autoctonía: los hijos de la tierra nacen de la tierra que es su Madre. Pudo llamarse Virgen de la Cueva.
 
-Fue celebrada en la festividad de la Visitación de María a su prima Santa Isabel. Y el episodio de la Historia Sagrada en que se refiere esta visita no es sólo el episodio histórico de la misma, sino que, como todo lo verdaderamente religioso, en la Visitación de María a Santa Isabel encontraron nuestros antepasados (tenemos nosotros que reencontrarlo) el paradigma ejemplar de la merced que nos hizo la Virgen María "visitándonos" en 1458, para indicarnos el lugar en que habían ocultado su talla, para librarla de la profanación, los cristícolas que sufrieron la tiranía musulmana.
 
-Es Consolación, por serla de los afligidos, por ser Trono de Sabiduría, puesto que la Sabiduría es la mayor de fuente de Consolación. Y es Consolación como vía privilegiadísima de la acción de Dios Espíritu Santo Paráclito y Consolador.

 

sábado, 5 de septiembre de 2015

EL SUPERVIVIENTE TOSIRIANO DE LA MASACRE DE DAR QUEB DANI

 


Miguel Cañada Moreno



 

LA TRAICIÓN DE LOS OFICIALES
 
 
Manuel Fernández Espinosa
 
 
Nació en Torredonjimeno y se llamaba Miguel Cañada Moreno. Allá por el tórrido mes de agosto de 1919 había sido reclutado y fue enviado a África, donde se libraba una crudelísima guerra contra el Moro. Este tosiriano fue uno de los pocos españoles supervivientes que pudieron contar el episodio de la matanza de Dar Queb Dani, sin deber su salvación a la traición -como los oficiales que vamos a ver a continuación.


El Coronel de Miguel Cañada Moreno fue el traidor Silverio Araújo Torres que a la luz del Informe Picasso fue condenado y posteriormente, como la mayoría de los culpables, se vio indultado, lo que era un escándalo por la impunidad en que quedó él y los señoritos que con él formaban parte de la oficialidad de dicho destacamento.


La posición de Dar Queb Dani estaba sitiada por los rifeños. Un destacamento español, del que formaba parte Miguel Cañada, está bajo las órdenes del Coronel Araújo Torres. Aráujo era a su vez el jefe de mayor rango de entre los oficiales de la posición. El cobarde Silverio Araújo Torres decide, después de debatirlo con sus oficiales, rendirse y pagar 5.000 pesetas a los rifeños para que los sanguinarios hijos de las cabilas le perdonen la vida a él y a sus oficiales. Se hace un arreglo con un emisario moro y los oficiales abandonan el puesto, después de ordenar a su tropa que abandonen las armas.


Los soldados españoles obedecen a sus mandos. La morisma asalta la posición. Y pasa a cuchillo a casi toda la guarnición, abandonada por sus jefes, mientras que se les respeta la vida a los oficiales que compraron su pellejo. Los oficiales asistieron al asesinato brutal y horrible de sus hombres, sin hacer nada por ellos, faltando al honor militar. Así dice el informe de lo sucedido:

Tras parlamentar con el jefe de los sitiadores y habiéndole hecho entrega del dinero, se ordena a la tropa que abandone las armas, momento que aprovechan los harkeños para lanzarse sobre los indefensos soldados, matando a unos 900, pero conservando la vida de unos treinta oficiales que no han hecho nada para defender a sus hombres.”

Y el informe resalta que los oficiales se marchan: “porque ya nada tienen que hacer allí”. Miguel Cañada Moreno salvó la vida sin que sepamos de qué manera pudo escapar a las gumías moras. El miserable Silverio Araújo y su oficialidad escapó con vida y más tarde, tras instruirse la investigación, Araújo fue indultado.

 

NOTA: Es un resumen de un artículo más denso del mismo autor, publicado en la Revista Cultural ÓRDAGO de Torredonjimeno (Jaén).

jueves, 27 de agosto de 2015

LOS DRAGONES DEL REINO DE JAÉN



Escudo del Cabildo de la Catedral de Jaén
Imagen: Jaén, Portal Web Municipal


 
 
DRAGONES, SIERPES, LAGARTOS Y SERPIENTAS


Manuel Fernández Espinosa

En pocas zonas de la Península Ibérica, con excepción del norte, encontraremos tantas referencias al dragón como en el antiguo Reino de Jaén: en sus leyendas populares, en su heráldica eclesiástica y nobiliaria, en las leyendas fundadoras de sus pueblos, en la noticia de los festejos... podemos comprobar que el dragón ocupa un lugar destacado en nuestro imaginario colectivo.
 
Cuando Fernando III el Santo reconquista la ciudad de Jaén, en 1246, solicitó a la Santa Sede el traslado de la sede episcopal de Baeza a Jaén, lo cual le fue concedido por el Papa Inocencio IV, realizándose en efecto la transferencia entre el mes de septiembre de 1248 y el de marzo de 1249. Nuesta S. I. Catedral de Jaén todavía muestra el escudo, compuesto por la figura sedente de la Santísima Virgen con el Niño Dios, teniendo como escabel un dragón y un recinto amurallado que corresponde a la ciudad fortificada de Jaén. La descripción de este dragón ha variado en el correr de los siglos. En algunas versiones se le presenta con "busto y patas de águila, cuerpo de serpiente... y en otras, cuartos traseros de león, alas de murciélago y cola terminada en dardo" -según nos lo describe un trabajo de D. Juan Barranco Delgado. Todo indica que la imagen de la Virgen María de este escudo diocesano se inspira en la Virgen de la Antigua que trajo Fernando III el Santo para ser entronizada en nuestra Catedral, donde hasta la presente recibe culto. En julio de 1282, el Obispo Pascual otorgó al templo de Santa María de Úbeda la categoría de Colegiata y, vinculándolo a la Catedral de Jaén, le concede un sello que guarda una directa relación iconográfica con el escudo de la Catedral jaenera. Según es tradición, algunos han querido ver en la figura de este dragón heráldico una traslación fantástica de una determinada disposición urbanística de la ciudad, incluso con correspondencias astrológicas. No queremos dejar de citar en esta línea los trabajos interpretativos de D. Joaquín Montes Bardo o de D. José Torres Fernández, éste último ha dedicado un libro a esta temática bajo el título "El dragón de Jaén".
 
Más allá de estas interpretaciones pienso que la iconografía de este escudo es una traslación a la heráldica eclesiástica de Jaén de la Virgen Apocalíptica, de la que San Juan nos habla: "una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol con la luna bajo los pies y una corona de doce estrellas bajo su cabeza [...] Apareció otra señal en el cielo, una gran serpiente roja, con siete cabezas y diez cuernos" (Apoc. 12, 13). Imagen apocalíptica que no puede considerarse sin la referencia al Génesis 3, 15: “Ella te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar”.
 
En la heráldica nobiliaria los dragones no faltan. La leyenda del escudo de los Valdivia que poblaron Baeza, expandiéndose por el Reino de Jaén, es curiosa e interesante. En su origen el escudo de los Valdivia no fueron dos dragones, sino un caballero en lucha contra un dragón. Así nos lo cuenta Antonio de Barahona en una carta a D. Martín de Xodar:
 
"El linage de los Baldibia es de muy nobles caballeros, hijosdalgo en su Solar en la montaña, á un caballero deste linage le aconteció un caso y fue ansí, que un niño hijo suyo saliendo de poblado fue por una montaña á do estaba una Sierpe, la cual se lo comió y cuando supo este caballero como penado por la muerte de su hijo, salió como aburrido á buscar la Sierpe y encontrando con ella dio tan buena maña y recaudo que la mató, de allí los de este linage traen por armas un Caballero peleando con una Sierpe y como desta manera parecía la ejecutoria de San Jorge, conmutaron el caballero en Sierpe de manera que traen dos Sierpes, la principal que representa el caballero trae echado al cuello sobre la lanza el arzón y de la punta de la lanza pasada por la boca de la otra Sierpe".
 
En Torredonjimeno también contamos con una piedra armera que podemos ver en la fachada de una casa de la Placeta de Cobos. Aparece en este escudo heráldico dos dragones enfrentados y con las colas entrelazadas, haciendo de eje central un pozo con su brocal. Nuestro amigo Andrés Nicás Moreno, en su libro "Heráldica y genealogía en el reino de Jaén", apunta que podría tratarse de una versión del escudo de los Valdivia, aunque por no haber a día de hoy documentación que pueda confirmarlo lo pone prudentemente entre interrogaciones. El caso de este escudo recuerda la pareja de dragones que con profusión se repite como motivo iconográfico en el arte escandinavo e irlandés medieval, aunque en las miniaturas y otros soportes donde irlandeses y nórdicos plasmaron la pareja de dragones, las figuras draconianas adoptan una forma más esquemática.
 
La popular leyenda del Lagarto de Jaén es por todos conocida. Alfredo Cazabán Laguna y Juan Eslava Galán han escrito las mejores páginas sobre esta leyenda y merece recordarse aquí el libro de Eslava Galán "El Lagarto de la Malena y los Mitos del Dragón" (1980). Las versiones de la leyenda dan como matador del "lagarto" (esto es, del dragón) a un caballero, a un preso o a un pastor.

Pero menos conocido es el hecho del que nos da cuenta los "Hechos del Condestable". cuando Miguel Lucas de Iranzo celebró sus bodas con Doña Teresa de Torres vino a escenificarse como parte de los festejos palaciegos una curiosa función "teatral". En ésta jugó un papel fundamental la servidumbre de la Casa del Condestable, cuyos criados se habían caracterizado para la ocasión ataviándose a manera de extranjeros: "en forma de personas estrangeras, con falsos visages, vestidos de muy nueva e galana manera...". Cuenta el cronista testigo de aquello que la función representaba el drama figurado de una comitiva de niños (los pajes del Condestable) que habían sido tragados por la "serpienta" (dragón) cuando estos pasaban por las proximidades de Jaén: "çerca de aquella çibdad, en el paso de una desabitada selva, una muy fiera e fea serpienta lo avío tragado". La "serpienta" también hizo aparición en la función teatral, merced a un artilugio fabricado por carpinteros: "asomó la cabeça de la dicha serpienta, muy grande, fecha de madera pintada; e por su artefiçio lançó por la boca uno a uno los dichos niños, echando grandes llamas de fuego. Y así mismo los pajes como trayen las faldas e mangas e capirotes llenas de agua ardiente, salieron ardiendo, que paresçía que verdaderamente se quemaban en llamas. Fue cosa por çierto que mucho bien paresçió".

Es una noticia suficientemente interesante, dado que en ella se pone de manifiesto a través de una función teatral y lúdica lo que posiblemente podía ser un antiguo ritual que nos remite al mito universal del "ser tragados por el mostruo". Dicho arquetipo lo encontramos en el pasaje bíblico de Jonás y la "ballena". El monstruo marino se traga a Jonás, manteniendo en su vientre al profeta por tres días para luego vomitarlo de vuelta a la vida. Esto prefiguraba míticamente la muerte de Cristo (tres días muerto) y su resurreción, motivo por el cual la iconografía cristiana, desde las catacumbas, viene reproduciendo este pasaje del Antiguo Testamento.

Antigua disposición heráldica del Escudo de nuestros vecinos de la ciudad Martos

En otro orden de cosas, los dragones también están presentes en el entramado de mitos fundacionales de Martos. Tanto Diego de Villalta como Francisco Delicado ofrecen sobre este particular un valioso material en sus obras. El patronazgo de Santa Marta en Martos se atribuía precisamente a una legendaria aparición de la santa, especial protectora contra los monstruos como así lo refiere la leyenda hagiográfica que cuenta que Santa Marta mató a la Tarasca, asperjándole con agua bendita. Por esta razón es que la representación de Santa Marta la trae con el acetre y el hisopo y nótese que el actual escudo heráldico de Martos todavía contiene el acetre y el dragón. Contaba Diego de Villalta que Santa Marta apareció providencialmente en Martos, para exterminar una muchedumbre de serpientes que causaban el pánico y muchos estragos entre los primeros pobladores y resuena aquí el mito fundacional de muchas ciudades antiquísimas, siendo muy conveniente que contemplemos que la serpiente es un animal con un simbolismo ctónico muy considerable.

Las consideraciones simbólicas merecerían otro artículo. Aquí hemos ofrecido una aproximación a la enigmática presencia del dragón en nuestra tradición provincial, pero -por supuesto- no está aquí todo dicho.

jueves, 30 de julio de 2015

DANZAS DE ESPADAS EN EL REINO DE JAÉN

Danza de Espadas de Los Lanzaores de San Sebastián, Cabezas Rubias
(Andévalo, Huelva): foto Huelva Buenas Noticias.

Manuel Fernández Espinosa




A pesar de la devastación que, con el tiempo, se ha acusado de nuestras formas tradicionales (devociones, costumbres, música, danzas, etcétera), el estudio de nuestro pasado siempre es revelador y nunca deja de ser aleccionador. Esta vez traemos dos pasajes documentales que son elocuentes por sí mismos. Ambos hacen referencia a la existencia de un tipo de danza muy concreto (herencia antiquísima) en nuestra comarca de Jaén. Se trata de las primitivas Danzas de Espada, de las cuales quedan puntuales vestigios locales en Landaluzía (en la comarca onubense del Andévalo, p. ej.), aunque se conservan todavía pletóricas en Euskalherría. He ofrecido una aproximación en "Nuestras ancestrales danzas guerreras" (en el blog Mundivm)
 
Julio Caro Baroja comenta que estas danzas (de origen guerrero) "se celebran especialmente con motivo de las fiestas patronales asimismo, o de la del Corpus: danzas que se han encontrado en toda Europa, desde Andalucía hasta el Norte de Inglaterra y desde las costas eslavas del Adriático a Escandinavia".

En ellas intervienen varios mozos. Con el rigor y erudición que caracterizaron al maestro antropólogo vasco, Caro Baroja realizó varios estudios sobre las particularidades que mostraba la "ezpata dantza" vasca, la cual reviste en Euskalherría una rica multiplicidad de formas, dependiendo de la localidad en que se han conservado estas danzas. Caro Baroja contaba para su estudio con más bagaje documental de lo que podemos hallar en otras partes de la Península Ibérica. Así, por ejemplo, el sabio alemán Guillermo Humboldt (1767-1835) tuvo ocasión de dejar constancia en sus libros de viajes de las danzas vascas que pudo ver todavía en su siglo, como muchos otros viajeros extranjeros que se admiraban del grado de pureza que en las tradiciones se mantenía en las Vascongadas. Tampoco faltaron vascos amantes de sus tradiciones que registraron por escrito noticia de estas antiquísimas danzas, como fue Juan Ignacio de Iztueta, con su libro de 1824, titulado "Guipuzcoaco dantza gogoangarrien condaira edo historia..." ("Noticia o historia de las más memorables danzas de Guipúzcoa...": el título original es más largo, pero se nos agradecerá que seamos escuetos).
 
En Landaluzía (ver nota), en cambio, estas manifestaciones folklóricas apenas se nos han conservado (salvo lugares muy contados como es el caso de Puebla de Guzmán o Cabezas Rubias, ambas poblaciones de Huelva) y tampoco hemos tenido la fortuna de contar con hombres cultos que en su época, cuando todavía se ejecutaban estas danzas con sus espadas y coreografías particulares, registraran para la posteridad la composición de los danzantes, su indumentaria y pasos de danza. La incuria ha hecho así que se olvide casi del todo estas tradiciones en nuestras gentes y nuestros pueblos, sucediéndose en el tiempo esa "traición" a la tradición: sustituyendo estas costumbres genuinas de nuestros festejos por modas extrañas y ajenas a nosotros.
 
Sin embargo, aunque prácticamente desaparecido hasta su recuerdo, nos complace participar a nuestros lectores de la noticia que nos ha hecho llegar nuestro amigo D. Ildefonso Rueda Jándula sobre la indiscutible existencia de danza de las espadas en Arjonilla, sea por lo tanto agradecido su gentil gesto al proporcionarnos este valiosísimo material para nuestros estudios folklóricos.
 
He aquí los fragmentos textuales en que se hace mención de esta ancestral costumbre en Arjonilla:
 
Del año 1601 nos llega este párrafo: "Que por librança del qº. pagó a Pedro López Vela y consortes, músicos ochenta y ocho reales porque celebraron la fiesta del Santísimo Sacramento y a Manuel de Acosta maestro de escuela de la Villa de Arjona treynta e seis reales por una dança que trujo el dicho día y a los jitanos que sacaron una dança y bailaron otros treynta y seis reales y a Francisco Parrado y consortes que sacaron una danza de espadas otros treynta y seis reales".
 
En el libro de cuentas del Cabildo, correspondiente al año 1608, vuelve a encontrarse otra suculenta cita que dice así:
 
"por librança del qº. de quinze de abril del dicho año pago a Alonso Fernández vezino del Marmolejo veinte y quatro reales en tres fanegas de cebada que hubo de aber de hazer en esta Villa una dança de espadas la mañana de Resurreción y mostró librança y carta de pago...".
 
(La negrita cursiva es nuestra)
 
Aunque parcos en detalles, ambos pasajes documentarios nos refieren sin lugar a dudas la costumbre de solemnizar las festividades religiosas (el Corpus Christi y el Domingo de Resurrección) con las "danzas de espada". Se infieren varios detalles que merecen ser comentados:
 
1º La palabra "consorte" (en su acepción -no de "consorte" como esposa, sino- de "persona que es partícipe y compañera con otra u otras en la misma suerte") nos lleva a pensar en buena lógica que existían "compañías" que, con un grado de cierta profesionalización, se prestaban a ofrecer estas danzas de espada como atracciones festivas en las solemnidades en que se las contrataba.
 
2º No se trata de un hecho aislado,  de una sola y rara compañía de danzantes espadeadores en Arjonilla, puesto que se colige leyendo los dos fragmentos que son dos los "buruzari" (vocablo vasco con el que se indicaba al "capitán" de la compañía de espada-danzadores): Francisco Parrado (que figura en 1601) y Alonso Fernández (en 1608). Asimismo se ofrece el no menos interesante dato de que el segundo que cobra por los servicios prestados por su compañía de danzantes es oriundo de la localidad de Marmolejo (lo que hace muy plausible que la compañía también fuese de Marmolejo). Esto legitima a pensar que Arjonilla era una de las muchas localidades que podía contratar los servicios de estos danzadores gladíferos. Y no sería descabellado pensar que hubiera muchas más "compañías" de espada-danzadores tanto en la comarca como en el Reino de Jaén.
 
3º Frente al olvido de estas tradiciones, se alzan los documentos que por recónditos que estén en los archivos parroquiales, municipales y familiares que se han conservado, nos remiten a nuestros verdaderos orígenes, salvándonos de la falsificación de nuestra identidad a manos de desaprensivos que nos quieren convencer de ser lo que no hemos sido nunca.
 
Para las instituciones locales tendría que ser una prioridad reinstituir estas tradiciones, creando las infraestructuras pertinentes: un grupo profesional de etnólogos que lleven a cabo estudios comparativos para fijar los pasos de danza que se estimen oportunos, creación de grupos coreográficos que estudien, ensayen y ejecuten estas danzas en los días festivos y oferta de las instituciones religiosas o civiles que podrían enriquecer sus solemnidades con estas atracciones genuinamente autóctonas. Que vuelvan a reavivarse estas tradiciones venerables, aunque tengamos que prescindir de la pureza coreográfica de nuestros antepasados, por la incuria que nos ha hecho perder tanto.
 
Mejor eso que contemplar con desolación la pérdida de nuestras verdaderas señas de identidad histórica, étnica y folklórica, suplantadas por formas cuanto menos extrañas a nuestro ser.   
 
 
..........................
 
Nota: Como bien apunta nuestro amigo y compañero de investigaciones, el escritor y folklorista sevillano, D. Antonio Moreno Ruiz, fue Unamuno quien llamaba Landaluzía a Andalucía que, en euskera significaría algo así como "Tierra Grande". Nosotros vamos a emplear este término, para devolverlo a poner en curso frente al más común de Andalucía, que tantas veces se confunde con una realidad contraria a nosotros: Al Andalus.
 
FUENTES:
 
Caro Baroja, Julio, "Estudios Vascos VII: Baile, Familia, Trabajo", Editorial Txertoa, San Sebastián, 1976.
 
Fernández Espinosa, Manuel, "Nuestras ancestrales danzas guerreras", MUNDIVM, miércoles 23 de julio de 2014.
 
Moreno Ruiz, Antonio, "De Vasconia a Andalucía", MUNDIVM, domingo 26 de julio de 2015.

miércoles, 22 de julio de 2015

ENMASCARADOS ANCESTRALES: TERROR Y FIESTA

 
Ilustración del "Cañarrasca" de Arjonilla: imagen de la CRÓNICA DE ARJONILLA



EN EL SANTO REINO DE JAÉN NO TODO LO QUE ESTÁ ENTERRADO, ESTÁ MUERTO


Manuel Fernández Espinosa



En 1837 Heinrich Heine escribió en París su ensayo "Espíritus Elementales", en el cual decía: "En Westfalia, la antigua Sajonia, no todo lo que está enterrado está muerto". Se refería con esta frase a la pervivencia de creencias y costumbres paganas en los estratos más profundos de la cultura alemana. En Jaén, en Andalucía, también podríamos decir que no todo lo que está enterrado, está muerto.

De un tiempo a esta parte se han sobrevalorado las aportaciones judías y mahometanas en Andalucía y se siguen sobrestimando, siempre conformes a una línea oficialista cuyo discurso intelectual podríamos identificar como eso que llaman la "teoría de las tres culturas" y que, intelectualmente, constituye una falsificación de nuestra identidad comunitaria.

A poco que rasquemos en las antiguas tradiciones de nuestras localidades hallaremos arcaicos vestigios que emparentan a los andaluces con el resto de pueblos hermanos de la Península Ibérica y no con árabes ni con moros ni con judíos. La prueba está en que símbolos, costumbres y tradiciones, pertenecientes a estratos pre-cristianos, fueron asimilados por el cristianismo que en gran medida los acomodó.

Más allá del Carnaval que ha conservado el disfraz y la máscara, antiquísimas culturas agrícolas y matriarcales conformaron asociaciones masculinas de carácter secreto, cuyos miembros empleaban las máscaras de animales o demonios para ejercer el terror como instrumento de dominio en la comunidad. Con esas máscaras trataban de aterrorizar a las mujeres que ejercían un enorme poder social y a los profanos que no pertenecían al grupo. Es algo que ha estudiado la antropología difusionista, como el antropólogo alemán Fritz Graebner (1877-1934) a la cabeza. Estas instituciones, aunque no han sobrevivido al tiempo, se han perpetuado en algunas fiestas invernales que podemos encontrar en Vascongadas, Portugal, Galicia, Aragón, Asturias, Zamora, Cataluña. En ellas, los jóvenes del pueblo, con máscaras que representan animales cornudos salen por las calles correteándolas en ademán de invadir el pueblo y agredir en broma a los que no van enmascarados.

Carnaval de Bielsa (Aragón)


En el norte y centro de Europa lo que encontramos es un solo personaje demoníaco que, dependiendo del lugar, se le conoce con los nombres de "Knecht Ruprecht", "Klaubauf", "Pelzebock", "Schmutzli"... O el más habitual de "Krampus" (que deriva de un vocablo que significa "Garra"). El demonio Krampus andorrea las calles de las ciudades cada 5 ó 6 de diciembre, su máscara es aterradora y hace sonar cadenas y carracas que inducen al miedo: su función es la de castigar a los niños malos en contraste con el premio que San NIcolás da a los niños que se han portado bien.

El demonio navideño centroeuropeo Krampus


Gracias a las informaciones aportadas por D. Ildefonso Rueda Jándula y D. José Manuel Marchal hemos localizado en Arjonilla, en nuestro Santo Reino de Jaén, una antiquísima tradición que puede ponerse en relación con el "Krampus" centroeuropeo (e, indirectamente, con las mascaradas zoomórficas que más arriba hemos comentado). Se trata del personaje que los arjonilleros llaman el "Cañarrasca" que también hace su aparición en las fiestas navideñas y cuyo atavío es un traje de cañas, cubriéndose la cara con una máscara, llevando prendidas campanillas y máscara cornífera. Es muy probable que, como la mayor parte de las rarezas etnológicas que estudiamos, no se trate de un caso aislado, sino de la supervivencia de una costumbre mucho más extendida por toda la comarca, habiendo subsistido en Arjonilla mientras que en otras localidades ha desaparecido. Y estoy convencido de que, a partir de este artículo, podremos reunir más datos en esta dirección que refrenden que, en otras poblaciones de Jaén (y Andalucía), personajes similares (cofradías de enmascarados o un enmascarado semejante, seguro que con otro nombre) eran en tiempos remotos parte de nuestro acervo. 

Lo que ha existido por lo general, de un tiempo a esta parte, es una asombrosa incuria por todo lo que no fuese de presunto origen judaico o islámico (en ese frenético afán por apuntalar la falsa identidad que se nos impone). Es por ello que se han desatendido todos los elementos indígenas propios que pudieran vincular nuestras tradiciones folklóricas con los pueblos hermanos del norte de España y de Europa. La noticia y el estudio de nuestras expresiones folklóricas serán la clave para recobrar nuestra auténtica identidad étnica, discriminando como postizos elementos culturales que son del todo exógenos y cuya genealogía cultural es disparatada. 

Como decía aquella anciana que tanto me enseñó, Juliana Ocaña García (q.e.p.d.): "Hay que "sorrascar" bajo las cenizas del brasero, para que afloren las brasas": las brasas de nuestra verdadera identidad. 

En Jaén, en el antiguo Santo Reino de Jaén, no todo lo que está enterrado está muerto.



LECTURAS RECOMENDADAS ENLAZADAS:


"EL "CAÑARRASCA" VISITA EL MERCADO NAVIDEÑO EN EL DÍA DE SU CLAUSURA", CRÓNICA DE ARJONILLA

"ARJONILLA LLEVA EL CAÑARRASCA HASTA LA "FERIA DE LOS PUEBLOS"", CRÓNICA DE ARJONILLA

"LA CULTURA DE LAS MÁSCARAS. EL DOMINIO MASCULINO EN LAS ANCESTRALES SOCIEDADES MATRIARCALES", MUNDIVM

Libro: "El carnaval", Julio Caro Baroja.

Reportaje: Tras Os Montes (Portuga). Mascaradas de invierno


 

TESTIGOS TOSIRIANOS EN LOS PRODIGIOS DE ARJONA (SIGLO XVII)


 
 
 
 
LA EXTINTA COFRADÍA DE SAN BONOSO Y SAN MAXIMIANO DE TORREDONJIMENO
 
 
 
 




Texto: Manuel Fernández Espinosa

Fotografías: cedidas gentilmente por miembros
de la Cofradía de los Santos de Arjona.
 
 

Un día del año de 1616, Juan Muñoz, vecino de Andújar, se hallaba en Arjona cuando a eso de las once de la noche, entre la torre mocha y la torre del reloj, oyó tres golpes de una esquila, que le parecieron los sones de la campanilla que anunciaba el Santo Viático. Divisó una luz, y se descubrió la cabeza para esperar con todo respeto lo que creía ser el Santísimo Sacramento. Pero nadie pasó. Lo tuvo como cosa de duendes, y al día siguiente fue a confesarse con el prior de San Martín de Arjona. El prior prometió que lo acompañaría al lugar de los extraños fenómenos esa misma noche.
 
 
En el mismo lugar entre la torre mocha y la torre del reloj, Juan Muñoz y el prior, a las once de la noche oyeron el tañido de la campanilla y entonces apareció un niño de unos doce años, en hábito de fraile. El prior, espantado, sacó la espada y conjuró a la infantil aparición: "Si eres cosa del otro mundo, di lo que vienes a buscar de nosotros". El niño respondió: "No es tiempo", y acto seguido se desvaneció en el aire.
 
 
Doce años después de aquel suceso que no contaron a nadie ni Alonso Muñoz ni el prior, Alonso de Aguilera paseaba con don Miguel Mendoza por la torre del Rastrillo. Eran las once cuando Alonso vió un hombre con un bordón blanco en la mano que paseaba por donde lo hacían los dos hidalgos. Alonso temió tropezar con el extraño paseante, pero al pasarle al lado la figura lo traspasó sin que el hidalgo sintiera obstáculo alguno, extrañándose de bulto tan inmaterial. Contaron el suceso al prior de San Martín, y el cura achacó a excesos de vino lo que decían haber visto, prohibiéndoles que contaran a nadie lo ocurrido.
 
 
Pero luces, cruces luminosas, ruidos y demás fenómenos sin explicación natural se iban repitiendo en Arjona. Circulaban por aquel entonces una serie de falsos cronicones -años antes había pasado algo parecido en el Sacromonte de Granada con unos falsos plomos que pretendían fusionar las religiones católica y musulmana con clara preferencia de ésta última, pues sus autores habían sido moriscos. Pero muy distintas eran las falsificaciones del presunto Flavio Dextro, que narraban mixtificaciones de martirios y hagiografías con el propósito de edificar cristianamente a los pueblos andaluces.

 
LOS FALSOS CRONICONES.
 

Por este tiempo, corriendo el año 1628, el doctor Francisco Ibáñez de Herrera manda desde la Universidad de Baeza una carta al Cabildo de Arjona para que la vecindad se aprestara a honrar la memoria de dos mártires, Bonoso y Maximiano. El carmelita P. Fray Francisco de Santa María había transmitido al catedrático Francisco Ibáñez de Herrera que, según el cronicón de Flavio Dextro, Arjona tenía el honor de ser lugar de martirio de estos soldados al servicio de Roma que fueron torturados y muertos en una de las primitivas persecuciones decretadas por Diocleciano. Francisco Ibáñez de Herrera se puso en contacto con el Cardenal Obispo de Jaén, D. Baltasar Moscoso y Sandoval, para que diese las licencias oportunas que permitiesen que los arjoneros honraran la memoria de sus mártires.
 
 
Los fragmentos del presunto Flavio Dextro se habían impreso el año 1619 en Zaragoza. En 1627 fueron Cádiz y León de Francia las ciudades donde se dio a la estampa el centón pseudomartirológico. En Madrid se imprimió en 1640. La edición de Zaragoza estuvo a cargo del franciscano P. Fray Joan Calderón, y muy pronto los fragmentos de Dextro concitaron el interés de hombres doctos como el poeta Rodrigo Caro o el P. Fray Francisco de Bivar que añadieron a las sucesivas ediciones sus notas y comentarios críticos. Desde sus primeras estampaciones los fragmentos del pseudo-Dextro habían sido piedra de escándalo. Los arqueólogos de la época se habían enzarzado en disputas sobre su autenticidad, dando lugar incluso a rupturas entre los discrepantes, como ocurrió con Rodrigo Caro y el poeta de las flores, Francisco de Rioja.
 
 
Para las fechas de sus primeras ediciones, su verdadero autor, el jesuíta toledano P. Jerónimo Román de la Higuera, había muerto. Su autor no había conocido la impresión de los manuscritos que atribuía a la autoridad de Flavio Dextro, persona y autor real de los primeros tiempos del cristianismo, pero del que hasta la fecha se desconocen escritos que se nos hayan conservado. No obstante, los manuscritos habían circulado de Diócesis en Diócesis. Parece fuera de toda duda que Román de la Higuera había mezclado verdades con fabulaciones con la intención de edificar las almas con relatos martiriales.

 
PROSIGUEN LOS PRODIGIOSOS SUCESOS.
 

No obstante, a pesar de la sombra de falsedad que pesa sobre el cronicón de Flavio Dextro, Arjona empieza a vivir una serie de manifestaciones fuera de los marcos de la normalidad. Y eso, como hemos comprobado por las declaraciones más tempranas, antes de que los textos del pseudo-Dextro se hicieran públicos (los primeros acontecimientos paranormales datan de 1612). Persisten las cruces luminosas y las apariciones de extrañas criaturas; la vecindad empieza a entusiasmarse, entre temerosa y maravillada, contemplando unos prodigios de luz. A veces es una multitud de arjoneros la que asiste a espectáculos sobrenaturales.
 
 
Si a la pública admiración por las inexplicables luces se le suma la noticia del presunto martirio de Bonoso y Maximiano en Arjona, huelga decir que las autoridades de la época, creyentes hasta la credulidad, comenzaron la búsqueda de las reliquias de Bonoso y Maximiano.
 
 
Después de encomendarse a Dios, por medio de la Reina de los Mártires, se inician una serie de cavas que, al cabo de unos días, sacan a la luz restos humanos acompañados de vestigios materiales que hacen cierto un espantoso suplicio acontecido en las murallas de la ciudad. El pueblo se entusiasma, y da por hecho que los cráneos que se han descubierto pertenecen a San Bonoso y a San Maximiano. Pero no cesan las excavaciones, y de esta forma se descubre un inaudito osario que da pruebas de una antigua matanza: huesos, instrumentos de tormento, cráneos claveteados, huesos taladrados... Indicios todos de haberse practicado en tiempos pretéritos una colosal hecatombe. El hallazgo de una moneda en las riberas del Guadalquivir da carta de naturaleza a toda esa serie de descubrimientos. Se trata de una moneda que se acuña como conmemoración de dicho holocausto. Su leyenda dice: "SUPERTITIONE CHRISTIAN. DELETA/MUNICIPIO ALBENSE URGAVONENSE", o sea: "La superstición cristiana fue destruida (en el) Municipio de Alba Urgabonense".
 

CRISTÓBAL VERGARA, TESTIGO DE AQUELLOS SUCESOS.
 

No sólo se habían descubierto los restos mortales de San Bonoso y San Maximiano. Había aparecido un cúmulo de restos óseos que se atribuyeron a la legión de mártires asesinados junto con los dos soldados, hermanos y naturales de Iliturgi, a manos de los persecutores y verdugos del cristianismo.
 
 
Las reliquias que se extraían de las entrañas de la tierra producían efectos maravillosos. Algunas se iluminaban, otras se inflamaban en llamas que no quemaban, al igual que la zarza ardiente de Moisés, otras también tenían efectos salutíferos obrando milagros y otros huesos rompían inopinadamente en una efusión de sangre.
 
 
Los vecinos de Arjona y cuantos forasteros se hallaban por accidente o de paso por Arjona se apresuraron a hacerse con reliquias extraídas de aquellas cavas. Y fue que por ese entonces que estaba en Arjona un tal Cristóbal Vergara, natural y vecino de Torredonjimeno. Él fue uno de los testigos examinados por el tribunal eclesiástico en Arjona, uno de los muchos que depusieron de qué modo vieron luces, al parecer milagrosas, ya en el aire, ya en las murallas, ya en los huesos encontrados, así como cruces resplandecientes en el aire, visiones, sonidos de campana, fenómenos paranormales relacionados con esos huesos, músicas y sanidades operadas por la aplicación de las supuestas reliquias.
 
 
Cristóbal Vergara trajo consigo a Torredonjimeno no sólo el relato de lo que pudo admirar en Arjona, sino una de las reliquias, y sin tardanza la villa de Torredonjimeno se aplicó a erigir una hermandad con el propósito de ir a Arjona en el día grande de los Santos Mártires Bonoso y Maximiano. Así consta en documentos de la ciudad vecina, cuando nuestros antepasados solicitaron un lugar en las celebraciones religiosas arjoneras: "El alcalde y los regidores de la hermandad [de Torredonjimeno] hecha en honra de Dios y de los Santos Bonoso y Maximiano, pidieron sitio para poner una cruz y lugar en que hubiesen de ir en la festividad destos Santos en la procesión, con sus insignias." Dicha solicitud fue admitida a 28 de diciembre de 1628.
 
La Hermandad de San Bonoso y San Maximiano de Torredonjimeno se extinguió. Pero nunca es tarde para reanudar la tradición.
 


 



domingo, 19 de julio de 2015

LA ORDEN DE BALLESTEROS DE LA VERA-CRUZ DEL REY SAN FERNANDO DE SANTA ELENA



DISTINGUE EL SERVICIO A LA SOCIEDAD Y A LA CULTURA


No todas las órdenes religioso-militares creadas en la Reconquista de España pervivieron. Esto significa que, además de la Orden de Santiago, la de Calatrava y la de Alcántara, hubo en España otras Órdenes religioso-militares o militares con un alto componente devocional que, en el correr de los siglos, fueron desapareciendo por mucha razones, entre las cuales sería significativo el proceso de concentración en las grandes Órdenes tradicionales más arriba referidas.
En el reino de Aragón, reinando Alfonso I el Batallador (según Peter Rassow en el año 1122), Alfonso I el Batallador instituyó la Cofradía de Belchite, cuyo objetivo era defender los territorios reconquistados a los andalusíes y avanzar: "Los cofrades nunca tendrán paz con los paganos, sino que todos los días deberán atacarlos y hostigarlos, exceptuados aquellos que estén sometidos a los cristianos", además se impulsaba a esta Cofradía de Belchite a repoblar los territorios reconquitados en la frontera. Según José Ángel Lema Pueyo: "la [cofradía] de Belchite destacaba por una característica peculiar. Unía a la intención piadosa y penitencial una finalidad militar" y, dentro de ese espíritu religioso y combativo se admitían diversos grados de compromiso: desde el miembro plenamente integrado que llevaba vida de monje y ermitaño hasta el padre de familia que se armaba para combatir al invasor. "Los vecinos y cofrades de Belchite, por su parte, lanzarían algaradas y cabalgadas por el Bajo Aragón y Levante". En el Monasterio de San Juan de la Peña existen dos laudas sepulcrales en cuyo texto epigráfico se nos da noticia de Sanz de Asso y un tal Jimeno que murieron en lucha contra el musulmán. Poco más se sabe de esta cofradía que era el embrión de una Orden Religioso-Militar.
Tras la Batalla de las Navas de Tolosa de 1212, en el norte de Jaén, también asistimos a la creación de una Cofradía de características similares a la aragonesa de Belchite, esta vez en Vilches. Una de las noticias que se nos ofrecen sobre esta Orden la encontramos en el armorial "Nobleza de Andalucía", de Gonzalo Argote de Molina quien nos dice:
"Ha perseverado en Vilches, lugar de la jurisdicción de Baeza, cinco leguas de ella, en memoria de esta batalla, una Cofradía de trescientos hombres, que desde este lugar van cada año el día de este santo Triunfo en procesión por el lugar de esta batalla tres leguas, hasta los palacios reales donde está la ermita de Santa Elena que por gloria de este día fué allí edificada, donde se juntan gran número de cofrades de aquella comarca, y están allí tres días celebrando con gran solemnidad esta fiesta, al cabo de los cuales se vuelven á sus casas, y tienen en Vilches un antiquísimo libro los de esta cofradía de la historia de esta batalla en gran veneración".
La Orden de Caballeros Ballesteros de la Vera-Cruz del Rey San Fernando, con sede en la Casa de las Órdenes sita en Santa Elena, ha celebrado este fin de semana los actos correspondientes a esta tradición ocho veces centenaria en Santa Elena.
El sábado 18 de Julio de 2015, tras la Santa Misa, oficiada por Monseñor Serafín Sedano, Capellán de la Casa Real de España, los Caballeros de la Orden y autoridades militares y de las Fuerzas Armadas rindieron homenaje a los Caballeros Cruzados Caídos en la Batalla de las Navas de Tolosa de 1212. Al término de la procesión que salió de la Casa de las Órdenes hasta la antigua ermita de Santa Elena, los Caballeros celebraron la tradicional comida de hermandad en el Hotel Alfonso VIII de Santa Elena, donde a muchas personalidades del Ejército, las Fuerzas Armadas y los ámbitos culturales, les fueron concedidas las Medallas por su labor y ejemplo en la defensa de la Patria, de la sociedad y de las tradiciones. Este año 2015 la Orden de Caballeros Ballesteros de la Vera-Cruz del Rey San Fernando ha venido a distinguir con la Medalla de Honor a D. Manuel Fernández Espinosa, cofundador y codirector de la Asociación Cultural Cassia y la revista ÓRDAGO de Torredonjimeno, por su labor cultural en la defensa y divulgación de las tradiciones del Santo Reino de Jaén.
Entre los presentes y también condecorados destacan miembros de la Benemérita Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ejército Español que, venidos de todos los rincones de España, se han señalado sobresalientemente en una impecable conducta de caballerosidad, honor y valor.